Desorden en el tránsito vehicular de República Dominicana

Miami.- En días recientes estuve visitando (después de tres años y algunos meses sin viajar) a mi querida tierra República Dominicana. Me quedé sorprendido al ver el desorden en el tráfico vehicular, aun con la gran cantidad de agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET).

Transitar por una de las calles de Santo Domingo de Guzmán ( la mas Antigua del Nuevo mundo) es una verdadera Odisea. Pude observar que la mayoría de los conductores no respetan ninguna de las señales de tráfico (algo que no es nuevo), pero como nos estamos modernizando, creí que habíamos avanzado en la solución de este mal y que era cosa del pasado, pero no es así, creo que no hemos avanzado mucho en ese aspecto.

Muchos de los conductores cruzan la luz roja como Pedro por su casa, aun estando en presencia de agentes de tránsito. No hay ningún sentido de respeto por las señales de “Pare”, “Ceder el Paso”, “No rebasar”. Transitar en sentido contrario en las calles de la cuidad es algo normal; sin que ninguna autoridad policial tome medidas para corregir esas violaciones.

Recuerdo que en el pasado, cuando existían los desacreditados agentes de tránsito (Tráficos, con sus camisas y cascos blancos), los conductores pensaban dos veces antes de cruzar una luz roja (aunque siempre han existido los atrevidos). Con el aumento del tráfico vehicular en la ciudad, el aumento de agentes policiales de tránsito, es lógico el aumento de los conductores irresponsables, mal educados; sin ningún tipo de conciencia, y no solo hablamos de los conductores en la ciudad, sino, en todo el país.

Estuve viajando junto a mi esposa, ella que nunca antes había visitado el país, y que hace alarde de ser buena conductora, al ver la forma en que se conduce en República Dominicana, no se atrevió a ponerle la mano al volante. Me imagino que eso le pasara de igual manera a muchos turistas que nos visitan cada día. Eso no debe ser parte de un país que se considere civilizado y que esta avanzando en la modernización de sus entidades privadas y gubernamentales. No existe la más mínima consideración y respeto al peatón.

Dentro de las tantas experiencias que tuve en nuestro viaje, puedo citar:

1.- Como un conductor “hijo de la luz divina” transitaba en vía contraria a alta velocidad en la Ave. George Washinton (El Malecón), recorriendo “en su apuro” un largo trayecto de esta vía, solo porque no podía esperar a que avanzaran los demás vehículos que viajaban delante, para cruzar la intersección con la Máximo Gómez.

2.- Como un grupo de choferes se cruzaron a los carriles contrario viajando oeste-este en el puente de la Padre Castellanos o “puente de la 17”. Llegando al colmo de recibir reproches de un motorista por estar yo en mi carril correcto e interfería en su trayecto contrario.

3.- La gran cantidad de conductores, motoristas, etc., que cruzan la luz roja delante de las narices de los AMET, sin que ninguno haga nada.

4.- Como el conductor de la van placa “I006318” nos rebasó de forma temeraria en la pendiente de la carretera Higuey-La Romana por el río Chavón, donde hay señales de tránsito que indican “No Rebasar” en ese trayecto de subida o bajada.

5.- Y para cerrar con broche de oro, como un señor (camino a la Romana por la carretera nueva, después del cruce San Pedro de Macoris – Hato Mayor) caballo en manos lo suelta para que cruce la carretera en momentos que vamos transitando frente a él, dicha acción provoca que estuviéramos a punto de tener un accidente, gracias a la protección de la virgen de la Altagracia pude evitarlo sin mayores consecuencias.

Creo que las autoridades Dominicanas deberían iniciar un plan promover a través de los diferentes medios de comunicacion para educar a la población, en especial a los conductores a manejar con prudencia, respetar las señale de tránsito,y el respeto a los agentes que controlan el mismo. Esto daría como resultado un mejor flujo en el trafico vehicular y se evitarían muchos accidentes trágicos. Así como también mejoraríamos nuestra imagen como país civilizado.

Por: Lic. Héctor Bolívar Rosa Garó

1 comentarios

  1. Anónimo says:

    Querido Héctor, esto es una verdadera jungla, en especial los choferes de carros y guaguas públicas, taxitas y motoristas, a veces me da indignación vivir entre animales, lo peor es que como monos que son viven en manada y si su imprudencia te llega a afectar no harán nada por resolverte mas que pelear y sacar armas (ilegales por cierto). Vivo en la zona oriental y es penoso compartir avenida con esos elementos.

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