Declaraciones de Alfredo Mota Ruiz

(El Caribe.com.do).- Mota Ruiz recuerda que cuando en las elecciones del 2000 Balaguer es forzado a aceptar una candidatura, que sería la última de su haber político, ya estaba en el ocaso de su vida. Apunta que en este proceso el líder reformista tenía que hacer malabares para cumplir con, al menos, 18 minutos de campaña.

A usted se le conoce como fundador del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) e íntimo amigo del fenecido líder máximo de ese partido, Joaquín Balaguer. ¿Qué piensa de la situación actual en que se encuentra esa organización?

En el Partido Reformista siempre hemos estado juntos, pero no revueltos. En el Partido Reformista, hay gente que nos ve y nos veía juntos en reuniones, en un restaurante o en una fiesta. Juntos pero no revueltos. Ellos no creen en nadie. Cada cual es un partido aparte, o es una isla aparte. Entonces, a la hora de tomar una decisión no se toma con la voluntad ni con el consenso de la unificación, sino de los intereses; a quién le conviene más.

Ahora mismo, donde ya se fue la mayoría del partido, unos renunciaron, unos lo abandonaron y otros dejaron de hacer política, y los que se quedaron se han adueñado del partido. Pero la gran mayoría está en el gobierno.

¿Y qué significa para el Partido Reformista que connotados dirigentes estén sirviendo en un gobierno ajeno?

¿Quién está dirigiendo al Partido Reformista? El PLD (Partido de la Liberación Dominicana). El PLD es que se encarga de trazarle la línea, porque el Partido Reformista que existía no tiene fuerza política. Ya no tiene las bases que tenía. No tiene la calidad de dirigentes y líderes que tenía en los años 86’, 90’ y 96’.

¿Usted cree en los esfuerzos de reunificación que desarrolla la cúpula del partido?

Realmente, yo no creo que el Partido Reformista, que está buscando una unificación, la logre. La puede lograr, pero uno allá y otro aquí. Siempre con la misma situación, de unidos pero no revueltos. Es decir, nos juntamos hoy, pero mañana estamos divididos, porque arriba de ti, tú estás hablando con uno y hay otro hablando con otro, criticándote; acabando contigo.

¿Cómo lidiaba Balaguer con las divisiones suscitadas dentro del PRSC, porque usted ha dicho que esto no es cosa de ahora?

Eso fue una lucha y yo fui parte. El Movimiento “Lo que diga Balaguer, surge, precisamente, de las divisiones. Estábamos frente a cinco candidatos a la presidencia del país que querían sacar a Balaguer, siendo el presidente de la República y presidente del Partido Reformista. Cinco candidatos: Jacinto Peynado, Caonabo Javier Castillo, Ramón Pérez Martínez, Carlos Morales Troncoso y Víctor Gómez Bergés. Imagínate la situación que había. Ya había una situación política del 90’, que llevó a Balaguer a echar un discurso donde él dijo que se iban a celebrar elecciones en 1992. Es decir, dos años después de haber ganado, porque le habían cuestionado el triunfo. Esas elecciones se paralizan porque yo le exijo a Balaguer que él ganó y que no puede ser por dos años. Entonces, él me dijo: ‘pero qué solución se le busca’. Yo le dije, yo la busco y surge el movimiento “Lo que Diga Balaguer”.

¿Qué diría Balaguer, si estuviera vivo, de la debacle que padece en estos momentos el partido que lideró hasta el último respiro de su existencia?

Bueno, Balaguer nunca aceptó que un partido grande y con un liderazgo se inmiscuyera en los asuntos internos del Partido. En 1966, aquí había un movimiento cívico nacional, que en ese momento lo encabezaba el distinguido abogado y presidente del Consejo de Estado, que gobernaba el país en ese momento, que querían unir a Balaguer con Fello Bonelly (Rafael F. Bonelly) y Balaguer lo rechazó; y dijo que prefería no ir a las elecciones, a ir aliado con alguien. Entonces, Balaguer va solo a las elecciones. Es decir, que Balaguer no admitía que ningún partido se inmiscuyera en los asuntos internos de su partido.

Pero Balaguer apoyó y ayudó al triunfo del PLD en las elecciones del 1996.

Cuando él apoya a Leonel Fernández lo hace por circunstancias muy especiales, de las cuales yo diré en su oportunidad, por la que se decidió apoyar a Leonel. Él me explicó y me mandó a trabajar por Leonel Fernández. Me mandó a una reunión que ya estaba prevista con el doctor Leonel Fernández, en la oficina de abogados, (situada) en la calle Frank Félix Miranda, donde nos reunimos. Pero yo ya había conversado con Balaguer sobre esa misma reunión y donde estaba comprometido con el Partido de la Liberación Dominicana.

¿O sea, que el apoyo de Balaguer al PLD no fue sólo por la consabida intención de bloquearle el camino al PRD y a José Francisco Peña Gómez?

Había mucho de eso. Pero, realmente, eso yo lo voy a dejar para una oportunidad, porque estoy tratando de escribir un libro, y lo estoy haciendo con mucha tranquilidad y paciencia, porque no creo que tenga que precipitarme. Hay que esperar muchos acontecimientos. Además, para no herir a nadie que pueda uno mencionar por razones ya históricas.

¿Qué tan avanzado está ese libro?

Está bastante avanzado. Entonces, yo quiero dejar cosas para ese libro, que son importantes para el país.

¿Cuál entiende usted que será, finalmente, el futuro del Partido Reformista?

El Partido Reformista no tiene ninguna base de lealtad con sus propios compatriotas para responder a tener una organización de peso que le responda al país y a sus dirigentes, porque no saben respetar a nadie.

“El Partido Reformista no tiene líder”
Mota Ruiz, quien asegura que no le interesa regresar al PRSC, porque se siente “decepcionado”, en el contexto descrito, sostuvo que lo que está pasando en esta organización se debe, en gran medida, a la ausencia de un liderazgo que concite la confianza y el apoyo de las bases del partido y del resto de la sociedad dominicana.

“El Partido Reformista no tiene líder en estos momentos”, cuestiona. Cuando se le preguntó si existe una luz al final del túnel para el PRSC, después de gobernar 22 años casi seguidos, Mota Ruiz respondió con energía: “Ninguna. El Partido Reformista llegó a la cima en 1996. Ahí termina.

Luego, viene un proceso donde a Balaguer prácticamente se le obliga a ir a unas elecciones, donde no puede ya ni con su alma”, sostuvo.

Presiones. “Balaguer aceptó ir a elecciones en el 90’ por presiones, en las que me incluyo, porque yo estaba convencido de que el país necesitaba en ese momento la presencia de él”.

Sacrificio. “Balaguer iba con fiebre de 40 y 41 grados al Palacio, casi muriéndose, caminando con dolores que se le salían las lágrimas. Pero el hombre trabajaba”.

Entrega. “Nunca me interesé en un cargo. Entendía que servía mejor a mi país estando con el Presidente, que buscando una candidatura. Si me metía en eso, me iban a partir”.

Quién es
Edad: 74 años.
Educación:
administrador de empresas
Oficio: político.

2 comentarios

  1. Anonymous says:

    Este señor no es más que un inrresponsable, como él, muchos otros se ocultaron durante mucho tiempo tra la sombra de un lisderasgo politico podrido, hoy este pais esta pagando con creses la maldicion de haber tenido a gente como él, tra las cortinas de la historia de un partido que siempre estubo imbolucrado con el poder; el tiene razon de sobra no puede interesarle volver a un partido que él mismo destruyo, que gente como el llebaron a la tumba junto con balaguer ese señor no es más que un sadico que hoy quiere tomar notoriedad para salir como un salva vida pero ya veremos que le tiene la historia guardado por hay....

  2. Anonymous says:

    pero que duro eres con el sr. que no es mas que un oportunista, vestido de monja que se valla al carajo

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