El sacerdote Christopher Harley, le ha declarado la guerra a la República Dominicana y como no tiene la gallardía de ser un guerrero; debe considerársele un guerrillero bandido y pernicioso, indigno de llevar la sotana que simboliza una alianza con la verdad y el amor. Afectado, sabe Dios de que psicopatía, usa la triste situación de vida del hermano pueblo haitiano, para descargar todo su diabólico odio contra la República Dominicana. Hace denuncias de esclavitud, racismo y condenas insostenibles; ante cualquier institución o foro internacional que encuentre en el camino y todo el que le pase por el lado.
Muchas guerrillas han desestabilizado países y han llevado dictaduras al gobierno en diferentes lares y este señor que cotorrea como loro desvelado, ha montado una de corte rural, porque empieza en los bateyes azucareros y que se expande como urbana ya que hasta en los despachos de funcionarios de alto nivel, tiene sus agentes infiltrados. Antes este movimiento guerrillero, por su naturaleza misma, hay que apuntarle a la cabeza, con un mando de “cuidao quien se mueve”, aunque sea como metáfora de aplicación diplomática. Esclavitud, esclavitud, grita y se convierte en falsificador de la historia haitiana, ignorando con toda intención, que los problemas y las miserias de Haití, son el resultado de los ejercicios de poder que han aplicado de manera impropia sus propios gobernantes. País que vive en la orfandad de buenas opciones, resultados fructíferos y soluciones. Desconociendo muchos la realidad de que República Dominicana, ha sido la válvula de escape que hace posible la existencia misma de su vecino como estado formal.
El sacerdote Harley, es el estrafalario de una lucha que no consigue sustentación, porque pretende negarle sentido de soberanía nacional a un país casi invadido. Se ha convertido en un ente de notoriedad, degradando las virtudes sacerdotales con gritos demagógicos en procura falsa justicia; cuando realmente es un enemigo de la prudencia y la mesura. Este personaje ha tratado de establecer un liderazgo, con poses de censor de la moralidad y la justicia y hasta ha confundido a muchos incautos, como también ha usado personajes dominicanos que manosean intereses inconfesables de lesa patria.
La solución a los desmanes del curita pervertido, hay que buscarla en el enfrentamiento directo a su guerrilla, en actitud de ser o no ser, de frente y sin temor para que sepa que les están pisando los talones y monitoreándole cada movimiento, hasta el de su sombra. Que además entiendan los dominicanos que el guapo vive de los cobardes y hasta que estos quieran, porque si el cobarde no se acobarda, el guapo queda desenmascarado.
Sin importar que Trujillo, no fuera todo lo indeseado y sin hacer un preámbulo de su maldad; se puede estar seguro que de haberse visto con esa piedra en el zapato, hace tiempo le habría dado su tapaboca, con solo enviarle un recordatorio de la incomodidad de sus impertinencias y lo que ello conlleva; aún sin llegar a las peores consecuencias. A propósito, cabe también recordar, que cuando al presidente Aristy, se le ocurrió semejante conducta, no se puede decir que Balaguer, contribuyera a derrocarlo pero mucho menos que se uniera o contribuyera con las gestiones que se encaminaban para a reinstalarlo en el gobierno.
Como se está hablando de una guerra literalmente declarada, como tal debe tomarse y que sepa el enemigo, que en toda guerra hay muertos y lesionados; y que tampoco es ése el escenario mas adecuado para ser educado.
Por: Rubén Presbot
rubenpresbot@yahoo.com
Muchas guerrillas han desestabilizado países y han llevado dictaduras al gobierno en diferentes lares y este señor que cotorrea como loro desvelado, ha montado una de corte rural, porque empieza en los bateyes azucareros y que se expande como urbana ya que hasta en los despachos de funcionarios de alto nivel, tiene sus agentes infiltrados. Antes este movimiento guerrillero, por su naturaleza misma, hay que apuntarle a la cabeza, con un mando de “cuidao quien se mueve”, aunque sea como metáfora de aplicación diplomática. Esclavitud, esclavitud, grita y se convierte en falsificador de la historia haitiana, ignorando con toda intención, que los problemas y las miserias de Haití, son el resultado de los ejercicios de poder que han aplicado de manera impropia sus propios gobernantes. País que vive en la orfandad de buenas opciones, resultados fructíferos y soluciones. Desconociendo muchos la realidad de que República Dominicana, ha sido la válvula de escape que hace posible la existencia misma de su vecino como estado formal.
El sacerdote Harley, es el estrafalario de una lucha que no consigue sustentación, porque pretende negarle sentido de soberanía nacional a un país casi invadido. Se ha convertido en un ente de notoriedad, degradando las virtudes sacerdotales con gritos demagógicos en procura falsa justicia; cuando realmente es un enemigo de la prudencia y la mesura. Este personaje ha tratado de establecer un liderazgo, con poses de censor de la moralidad y la justicia y hasta ha confundido a muchos incautos, como también ha usado personajes dominicanos que manosean intereses inconfesables de lesa patria.
La solución a los desmanes del curita pervertido, hay que buscarla en el enfrentamiento directo a su guerrilla, en actitud de ser o no ser, de frente y sin temor para que sepa que les están pisando los talones y monitoreándole cada movimiento, hasta el de su sombra. Que además entiendan los dominicanos que el guapo vive de los cobardes y hasta que estos quieran, porque si el cobarde no se acobarda, el guapo queda desenmascarado.
Sin importar que Trujillo, no fuera todo lo indeseado y sin hacer un preámbulo de su maldad; se puede estar seguro que de haberse visto con esa piedra en el zapato, hace tiempo le habría dado su tapaboca, con solo enviarle un recordatorio de la incomodidad de sus impertinencias y lo que ello conlleva; aún sin llegar a las peores consecuencias. A propósito, cabe también recordar, que cuando al presidente Aristy, se le ocurrió semejante conducta, no se puede decir que Balaguer, contribuyera a derrocarlo pero mucho menos que se uniera o contribuyera con las gestiones que se encaminaban para a reinstalarlo en el gobierno.
Como se está hablando de una guerra literalmente declarada, como tal debe tomarse y que sepa el enemigo, que en toda guerra hay muertos y lesionados; y que tampoco es ése el escenario mas adecuado para ser educado.
Por: Rubén Presbot
rubenpresbot@yahoo.com