En otro memorable capítulo en la historia de la más grande rivalidad en la NBA, los Lakers derrotaron el jueves 83-79 a los Celtics de Boston y conquistaron su 16to banderín de campeones.

Con este resultado en el Staples Center de Los Angeles, los Celtics perdieron la oportunidad de alcanzar su corona número 18.

La defensa fue la protagonista del encuentro que estuvo muy reñido de principio a fin, con constantes cambios en el liderato del partido por ambos bandos.

Kobe Bryant anotó 23 puntos y alcanzó 15 rebotes para encabezar una vez más la ofensiva de los Lakers. Recibió el auxilio de Ron Artest con 20 cartones y Pau Gasol con 19.

Paul Pierce tomó las riendas en el ataque de los Celtics con 18 unidades y 10 rebotes, y fue secundado por Kevin Garnett con 17 tantos y ocho rebotes y Rajon Rondo con 14.

Esta resultó la segunda ocasión en tres años en que ambos conjuntos se vieron la cara en una Final de la NBA.

Por quinta ocasión en sus 12 finales previas, Boston y Los Angeles necesitaron siete choques para decidirla. Y cada vez que eso pasó ganaron los Celtics, menos ahora.

Boston dominó la primera mitad del choque en gran medida por Pierce, quien lideró el ataque del equipo visitante, que llegó al descanso con ventaja de 40-34 en el pizarrón.

Los Celtics iniciaron el encuentro si su centro titular, Kendrick Perkins, quien padece de una lesión en la rodilla derecha. En su lugar situaron al veterano Rasheed Wallace y Glen Davis como suplente. Con esta victoria, Bryant ganó su anillo número cinco en once años con los Lakers, hazaña que lo une a ex jugadores leyendas del mítico quinteto como Magic Johnson, Jerry West, Wilt Chamberlain y Kareem Abdul-Jabbar.

Phil Jackson mantuvo su gran estrategia y obtuvo su onceno título como técnico y sigue siendo el entrenador más laureado de la NBA.

Por Servicios de El Nuevo Herald
LOS ANGELES

Fuente: http://www.elnuevoherald.com