Lágrimas por un amigo

Las lágrimas sinceras son siempre bien recibidas como es el vasculo en el pecho divino...no temas al llorar a lo que digan, dejalas caer todas tus lágrimas heridas... hace bien en desahogo de tu alma triste y aflijida...

Ayer, lloraste tus tibias lágrimas al ver el rostro de tu padre que yacía pálido como el clavel marchito, no poseía su amplia mirada ni se oían sus profundas palabras, porque dormía la vida de la muerte...solo se escuchaba el sollozo que se escapaba de tu alma, más el sonido penoso de tus lágrimas al chocar tu cara...ayer lloraste como joven por una causa justa, por el adiós para siempre a ese amigo, a tu progenitor...

Ayer lloraste una vez mas, como adulto lloraste tanto, le diste el paso a tus lágrimas, con el valor de hombre sin medir tu estirpe de hombre grande...te depojaste de todos aquellos auges, bajaste a la realidad humana, y llorastes, como lloran simplemente los hijos ante el cadáver de su madre...

Que importa lo que digan, que los hombres no lloran, todo eso es falso, todo es mentira...los hombres de valor también lloran, ellos poseen sentimientos como aquel simple humano; lloró Cesar ante la cabeza de Pompeyo...lloró Felipe II ante los restos de su flota invencible...lloró Alejandro ante su mayor enemigo el resto de Dario. Lloran los héroes de los grandes poemas de amor, como Werther, Rene, y como Obsermann...también lloro Cristo sobre la tumba de Lázaro, volvió a llorar con el beso de Judas, fue mas doloroso para él, ese beso traicionero que la lanza enemiga...

Hoy estas lágrimas que mojan mi cara, corren con el desespero colmado de penas al saber de que tú, amigo querido te fuiste esta madrugada sin decirnos nada...que moriste al igual como mueren los poemas llenos de nostalgias y de muchas alegrías, rígido de la fuerza de la paciencia misma, mas triste-alegre por el arribo de su última poesía...

Adiós Balaguer, adiós mi amigo querido...bien aventurados los hombres que lloran, que derraman sus lágrimas como simples humanos por sus seres queridos, que se despiden por sus viajes a lo lejos, sin decir palabras, con cuerpos rígidos, y sus ojos cerrados...adios...adios mi querido amigo Joaquín Balaguer, adiós mi querido amigo...

Amigo, amigo por siempre...

Autor: Julio A. Gómez Guevara.
Hora: Madrugada, de 14 de Julio/02

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