Cotui, Capital de la Esperanza. Vertical desea en esta ocasión felicitar a las autoridades electas en toda su dimensión. En el día de ayer se celebró una misa donde con bombos y platillos se elevó el solio de los hombres mientras que el cura párroco parecía una escoba barriendo el piso del templo católico pidiendo computadores y convirtiéndose así en un amanuense de la supuesta feligresía de Dios.

Todos allí entorchados, desde Ramón Emilio Pérez y Pérez hasta ver a Luis Almonte rememorando tiempos añejos cuando todavía su mente funcionaba bien y no había vuelto a volar capuchines.

Todos salieron de allí para disparar sus discursos, mientras la Estatua de Duarte parecía un musú donde no se le rindieron los honores y mucho menos la bandera no apareció en un acto que supuestamente era el de la restauración, pero se convirtió en otra cosa. Queremos afirmar aquí que la gobernación debió preparar el terreno restaurador y esa clase de afrenta de dejar a Duarte cual si fuese un paria no es admisible.

Queremos felicitar a las nuevas autoridades, pero de seguir así estamos condenados al cadalso. Hay que darles mezcla a los albañiles y los albañiles de este pueblo no pueden funcionar con arengas vacías; con cencerros que ni los gatos se inmutan; con cacholas que ni en la época de Buluco solían mirarse. Que Dios agarre confesado al nuevo alcalde de nuestra, porque de seguir así sucumbiremos todos en este naufragio de pasiones.

Enhorabuena, señor Rafael Molina Lluberes.

Por: Daniel Efrain Raimundo