En el período 1980-2008, la productividad creció 80%. En los Estados Unidos, el 1% de las personas que reciben más ingresos aumentó su proporción de los ingresos totales de 16.9% a 23.9% en el período 1920 al 1929. El mismo año que se inicia la Gran Depresión, el presidente Franklyn Roosevelt, quien había empezado su mandato, impuso el New Deal –seguridad social, etc.- y al término de su mandato, la acumulación de esos ingresos descendió a 12%.
Del 1947-1979, la concentración de ingresos se mantuvo cercana al 18%, bajando a 10% al final de ese período, caracterizado por lo siguiente:
- La productividad laboral aumentó 110% y la compensación total (salarios, etc.) en un 100%.
- El 47% de los hogares tenían dos salarios.
- El endeudamiento de los hogares fue de 85%.
- El presidente Ronald Reagan, en el 1980, empezó un poderoso movimiento político, que fue exitoso, en procura de un gobierno más reducido, con reducción de impuestos a los más pudientes y reducción de las regulaciones gubernamentales.
Este proceso culminó, en el gobierno del presidente Clinton, al eliminar la Ley “Glass-Steagell” que mantenía separadas las instituciones financieras, evitando, desde el 1933, es decir en 75 años, que no ocurriera ninguna crisis financiera. El gobierno de Bush hijo, en el 2000, llevó adelante dos guerras sin aumentar los ingresos, evento que aconteció por primera vez en la historia, y redujo abruptamente los impuestos de los pudientes, produciendo enormes déficits fiscales, manteniendo los intereses excesivamente bajos.
El sector financiero creció exponencialmente de 1984 a 2008. Su participación en la economía aumentó de 8.8% en 1984 a 26.3% en el 2008, asimismo experimentó un aumento desproporcionado de las utilidades corporativas totales de 11.8% a la increíble suma de 33%, las causas:
1. Como consecuencia del manejo masivo de derivadas, instrumentos altamente especulativos y potencialmente tóxicos.
2. Por el crecimiento financiero en las utilidades de estas instituciones se originó totalmente a expensas de la manufactura y de la producción de otros bienes y servicios, contribuyendo a crear un alto nivel de desempleo de carácter estructural.
Este abrumador crecimiento creó una extraordinaria crisis de endeudamiento (“apalancamiento”), y una súper burbuja inmobiliaria y de liquidez que culminó en una contracción que se inició en el 2008 y sigue generando efectos nocivos.
Veamos, ¿qué pasó en el período 1980-2008?
a. La productividad creció 80% y los salarios netos de inflación, tan solo 7%.
b. El ingreso total se dividió de la siguiente manera:
1. El 20% de los norteamericanos con mayores ingresos recibió, en este período, el 55% de las riquezas.
2. El 40% de los ciudadanos con mayores ingresos –incluyendo los del segmento anterior- recibió la extraordinaria suma del 80%.
3. El 60% de los norteamericanos de menores ingresos recibió el 20% de los ingresos totales.
4. Esto resultó en que el 1% de los norteamericanos de mayores ingresos recibieran el 23.5% de los ingresos totales. La cifra más alta de la historia, comparable únicamente con la que ocurrió en 1929.
¿Por qué esta situación no creó una gran crisis antes del 2008? Por lo siguiente:
a. Los hogares con dos salarios subieron de 47% a 71%.
b. El crecimiento meteórico del precio de las viviendas proporcionó un falso sentido generalizado de bienestar que llevó a los consumidores:
a. aumentar el consumo a través de segundas y terceras hipotecas. El endeudamiento (“apalancamiento”) de los consumidores aumentó de 90% a 132%. La cifra límite establecida de “apalancamiento” es 90%.
c. La caída estrepitosa del precio de la vivienda y el aumento del desempleo provocaron una reducción del consumo privado (fuente fundamental del crecimiento) para disminuir el proceso, hasta ahora. La deuda ha bajado de 132% hasta 110% (todavía 20% sobre lo normal). El proceso tiende a seguir, lo que mantendría en un nivel mínimo el crecimiento económico.
Esta situación solo puede enfrentarse compensando la reducción de la demanda total de los consumidores con un aumento en los programas del gobierno. Estamos convencidos que los republicanos, controlados por una derecha extrema, no le darán respaldo a estas medidas en un año electoral, cuyo objetivo es el control del Senado y de la Presidencia.
Por: Fernando Álvarez Bogaert.
Fuente: Escrito por: Fernando Álvarez Bogaert.
Fuente: www.hoy.com.do
