
Al término de las Jornadas, donde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) participó como auspiciador y facilitador, hubo una sesión de deliberaciones y de discusiones donde se concluyó que el modelo turístico de la República Dominicana está caracterizado por la falta de diversificación, el afán de lucro de los empresarios del sector y una cultura de explotación y mal manejo de los recursos naturales que lo hacen "altamente insostenible", lo cual es cierto, pero pocas veces se admite públicamente por temor a dañar la ultra sensible cámara de combustión del motor que mueve la economía de nuestra nación.
Pero la publicación en la prensa escrita del documento contentivo de las conclusiones de estas Jornadas, las que no dicen nada que no se haya dicho antes, cayó como lluvia ácida ardiente sobre las cabezas de los ejecutivos de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), quienes en una reacción desmesurada rechazaron el documento y acusaron a los representantes locales del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de "EcoTerroristas" y de constituirse en un grupo de "burócratas" que nunca han formulado un proyecto de desarrollo para el país.
De igual modo, el Ministro de Turismo calificó de "maliciosa y perversa" la información que da a conocer las conclusiones de las Jornadas, por considerar que estas conclusiones pretenden "dañar" el clima de inversión de la principal fuente de divisas de nuestra nación dominicana.
Ante tales reacciones, el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, tuvo que convocar, de manera urgente, a una rueda de prensa para aclarar que el PNUD no participó en las deliberaciones ni en las discusiones, pues su papel fue sólo de "facilitador" y "auspiciador" del proceso, y que fue un error de los organizadores de las jornadas: la Secretaría de Medio Ambiente y el Consejo Nacional para el Cambio Climático, haber dado a la prensa las Conclusiones del Diálogo Interministerial sobre Cambio Climático, asumiendo ellos las responsabilidades del denominado error, porque se trataba de un borrador.
Y es que un gobierno que se ha puesto en las manos del PNUD para que decida sobre la suerte final de un proyecto cementero en la vulnerable zona hidrogeológica y ambiental de Los Haitises, proyecto que es auspiciado y defendido a sangre y fuego por el propio gobierno, a través del ministerio de medio ambiente, no se puede permitir el lujo de que los hoteleros dominicanos y el Ministro de Turismo insulten de forma desmedida a los funcionarios del PNUD, acusándoles de EcoTerroristas, y hasta de vagos, pues el PNUD podría responder con un pesado informe sobre la inviabilidad ambiental de la cementera de Los Haitises, el cual avergonzaría al gobierno, pero muy especialmente al Ministro de Medio Ambiente y a los vice ministros, quienes se convirtieron en abogados defensores de la cementera privada.
Pero tampoco el gobierno podía exponerse, ni dar tiempo, a que el PNUD le preguntara a los ejecutivos de ASONAHORES y al Ministro de Turismo el significado de la palabra EcoTerrorismo, pues lo más probable es que para el PNUD, brazo paralelo al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente PNUMA, el EcoTerrorismo no esté del lado de quienes defienden como fieras jurásicas la necesaria protección de los recursos naturales y el medio ambiente, sino que el EcoTerrorismo está del lado de quienes depredan los manglares de las zonas vecinas a las playas, del lado de quienes secan las lagunas interiores, del lado de quienes se toman las áreas protegidas, y del lado de quienes sobre explotan las aguas subterráneas y generan intrusión salina.
El EcoTerrorismo está del lado de quienes multiplican la presencia de Escherichia coli en las mismas aguas donde se bañan sus turistas huéspedes, sin que los turistas se percaten de ello, pues es mucho más fácil y mucho más barato gastar 10 mil pesos dominicanos en la construcción de un pozo filtrante para descargar las aguas negras de los baños de los hoteles hacia un subsuelo calizo y poroso que conduce de inmediato los coliformes fecales hacia las vecinas aguas marinas donde se bañan los turistas, en lugar de gastar varios millones de pesos en la instalación y correcta operación de una planta de tratamiento de esas mismas aguas negras.
El EcoTerrorismo está aquí desde que las industrias se emplazaron a orillas de nuestros ríos para lanzar allí sus efluentes contaminantes; desde que la agricultura se modernizó y empezó a utilizar fertilizantes químicos fosfatados y nitrogenados, así como plaguicidas, herbicidas y fungicidas; desde que la minería se encargó de explotar a cielo abierto los minerales metálicos y no metálicos sin respetar la flora, los suelos, las aguas y el aire; desde que las ciudades crecieron sin alcantarillados sanitarios; y desde que la hotelería se instaló en nuestras playas y se adueñó de ellas para destruir manglares y contaminar el subsuelo, las aguas subterráneas y las aguas de las playas donde se bañan los turistas.
El EcoTerrorismo es una realidad, pero los EcoTerroristas no son quienes defienden valientemente el medio ambiente, sino quienes lo destruyen deliberadamente, pues para el mundo los terroristas del 9/11 no fueron quienes vieron caer las torres gemelas hasta la “zona cero”, sino quienes planearon secuestrar aviones cargados de combustibles para estrellarlos deliberadamente contra esas superestructuras emblemáticas de la ingeniería y del poder económico americano. Terroristas son quienes destruyen y por tal razón EcoTerroristas son quienes destruyen el Medio Ambiente, pero huyen y gritan con terror cuando se les señala con el índice acusador.
Los Ecoterroristas son quienes se enriquecen desmedidamente con la sobre explotación de los recursos naturales, son quienes cobran 6 mil y 8 mil pesos diarios por cada dominicano que se atreve a visitar un resort donde la comida no puede ser peor, son quienes se apropian de las playas para degradarlas y contaminarlas, son quienes reducen las áreas protegidas para hacer negocios, son quienes autorizan la instalación de una cementera en el frágil depósito de aguas subterráneas de Los Haitises y quienes ocupando posiciones ministeriales ambientales han lanzado desde el puente Juan Bosch la Ley Ambiental 64-00 para que se ensucie y se ahogue en las contaminadas aguas del río Ozama.
Los EcoTerroristas están entre nosotros, pero transitan con placas oficiales y empresariales.
Por: R. Osiris De León
