Secretario de Agricultura a los 25 años, director ejecutivo del CEA y secretario de Finanzas al término de su paso por la administración pública desempeñando posiciones de primera, el licenciado Fernando Álvarez Bogaert es lo que se dice un hombre de Estado.
Sin interés por la política partidaria, que ha echado por completo a un lado, el hombre ocupa todo el tiempo y su atención al estudio y el análisis del comportamiento de la economía mundial, que entiende incide en un 85% sobre la local, convirtiéndose en todo un experto o voz autorizada que maneja y trata él tema con un nivel de mesura, responsabilidad y tacto poco vistos en nuestro medio, plagado de superficialidad, mezquindades e intereses político-mercuriales.
(Encaja aquí, como anillo al dedo, la anécdota referida el viernes por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, en ocasión de un encuentro de Navidad con la gente que hace opinión pública en el país, respecto a la salida de un crítico ácido de la política económica oficial con el que se encontró y le quiso refutar o pedir cuenta: “No me hagas caso, que lo que pasa es que yo estoy en política”Ö Y en efecto, así, de manera politiquera o alegre, se toman en el país las cosas serias y trascendentes la mayoría de las veces).
La cuestión es que Álvarez Bogaert, para nosotros y para muchos otros un potencial y una experiencia de estado penosamente subutilizado, pronostica que tras el acuerdo reciente con el FMI a República Dominicana le esperan “dos años de tranquilidad y estabilidad” en el orden económico-financiero. Alertó a las autoridades, sin embargo, porque a partir de ahí podrían venir o derivarse algunas consecuencias negativas.
Para Fernando, que analizó con nosotros los posibles errores y los que entiende han sido “puntos luminosos” de la gestión del presidente Leonel Fernández, el desempeño de la política económica oficial ha sido bueno y correcto. Estima entre los errores el no haber cambiado el modelo encontrado, que tiene unos 15 años y precisa de un cambio.
¿Qué vé Fernando con preocupación, por ejemplo?. Que el 50% del dinero del Presupuesto estará comprometido con sueldos y gastos superfluos en la administración pública y un 40% dirigido al pago de la deuda interna y externa, quedando poca cosa para inversión y para apoyar sectores vitales, como el campo y la industria. ¡Hay mucho más!
Luis Encarnación Pimentel - 12/8/2009
Fuente: Listín Diario Digital.
Sin interés por la política partidaria, que ha echado por completo a un lado, el hombre ocupa todo el tiempo y su atención al estudio y el análisis del comportamiento de la economía mundial, que entiende incide en un 85% sobre la local, convirtiéndose en todo un experto o voz autorizada que maneja y trata él tema con un nivel de mesura, responsabilidad y tacto poco vistos en nuestro medio, plagado de superficialidad, mezquindades e intereses político-mercuriales.
(Encaja aquí, como anillo al dedo, la anécdota referida el viernes por el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, en ocasión de un encuentro de Navidad con la gente que hace opinión pública en el país, respecto a la salida de un crítico ácido de la política económica oficial con el que se encontró y le quiso refutar o pedir cuenta: “No me hagas caso, que lo que pasa es que yo estoy en política”Ö Y en efecto, así, de manera politiquera o alegre, se toman en el país las cosas serias y trascendentes la mayoría de las veces).
La cuestión es que Álvarez Bogaert, para nosotros y para muchos otros un potencial y una experiencia de estado penosamente subutilizado, pronostica que tras el acuerdo reciente con el FMI a República Dominicana le esperan “dos años de tranquilidad y estabilidad” en el orden económico-financiero. Alertó a las autoridades, sin embargo, porque a partir de ahí podrían venir o derivarse algunas consecuencias negativas.
Para Fernando, que analizó con nosotros los posibles errores y los que entiende han sido “puntos luminosos” de la gestión del presidente Leonel Fernández, el desempeño de la política económica oficial ha sido bueno y correcto. Estima entre los errores el no haber cambiado el modelo encontrado, que tiene unos 15 años y precisa de un cambio.
¿Qué vé Fernando con preocupación, por ejemplo?. Que el 50% del dinero del Presupuesto estará comprometido con sueldos y gastos superfluos en la administración pública y un 40% dirigido al pago de la deuda interna y externa, quedando poca cosa para inversión y para apoyar sectores vitales, como el campo y la industria. ¡Hay mucho más!
Luis Encarnación Pimentel - 12/8/2009
Fuente: Listín Diario Digital.
