Primero fue el General Pedro Santana, quien anexó nuestro territorio a España. Luego Buenaventura Báez, intentó hacerlo a los Estados Unidos. Y hoy, la complicidad de las autoridades, los partidos tradicionales y el Congreso Nacional, en sospechosa maquinación, entregan el subsuelo a modernos filibusteros bajo el pabellón de la Barrick Gold. Pareciese un capitulo más, para tentar el heroísmo de los hijos de Quisqueya.

Jamás podía siquiera imaginarlo. Cuando Don Tomas escuchó, que llamaban a su puerta. Acudió presuroso y de buen animo como buen dominicano. Le esperaba un señor de traje y corbata –a quien imaginó abogado- nunca pensó en toda su existencia, escuchar lo que este dijo: “Venimos a informarle que tiene usted 24 horas para que abandone el lugar. Este está concesionado a la Barrick”

Vivía en Cotuí. Era su hogar desde siempre. Era donde había nacido. Donde habían nacido y muerto sus padres, abuelos y donde sus hijos habían sido criado. Quedó paralizado. Solo atinó sonreír y desde lo mas profundo de su ser, brotó una sonora carcajada.

Ignoraba que la Ley de Minería, era un inteligente mecanismo para desalojar a los propietarios cuando los terrenos, guardaran en su seno riqueza. Esta Ley plantea, que la riqueza en el subsuelo, no pertenece al propietario. Que es propiedad del estado, de manera que los políticos pueden entregarlo a quien consideren. Y que en este caso, en sospechosa sección, que había despertado el sordo rumor y la indignación de la población la beneficiara era la denomina Barrick Gold.

Y que, aunque injusto, estaba establecido como Ley. Y por desgracia, no existe ninguna instancia para apelar, cuando entra en conflicto lo justo contra lo legal. Don Tomás – Alia Macaco- sabía que en el pasado, muchas leyes, no eran más que el resultado de conspiraciones de grupos de intereses en asociación con autoridades, buscando lucros de grupos.

Y saber, que solo aspiramos los dominicanos, a un gobierno sabio y justo. Que su objetivo cardinal sea servirle a la gente. Un gobierno que enfoque los recursos disponibles para invertir, en erradicar el desempleo y el analfabetismo. En elevar la producción, las exportaciones. Y por consecuencia al incrementarse los ingresos, elevar gradualmente los salarios, mejorar los servicios y la asistencia social.

Que lindo fuera si la mayoría, especialmente nuestras autoridades, tuvieran la certeza de que son seres espirituales eternos, viviendo de paso una experiencia terrenal en estos pesados cuerpos físicos. Y que la razón de existir, es volver al padre con honor, al demostrar –viviendo en libre albedrío- nuestra inclinación al servir y proteger la creación del padre; el prójimo –nuestro hermano encarnado- los animales, los Ríos, Los Bosques, el Medio Ambiente, etc. Practicando la justicia, la solidaridad, la compasión y como sumatoria; el sagrado patriotismo. Porque, por alguna razón poderosa la divina providencia nos hizo nacer en esta maravillosa isla.

La impotencia y la injusticia, pueden ser explosiva. Como un relámpago Don tomas sacó su machete. ¡Lastima! Porque perdió la oportunidad, de ser testigo de lo que vino después, cuando la comunidad unida reaccionó.

Por Milton Olivo
El autor es Escritor.
Milton_olivo@yahoo.es