Nunca pensó que pasaría. Jamás se le hubiese ocurrido que de sus labios escucharía semejantes palabras; “El partido Reformista murió”.
Decenas de jóvenes en todo el rincón del país, hijos de humilde fundadores del Partido Reformista, se motivaron a militar decididamente en el partido, convencido de la ilusión de que esa es la herramienta de la generación de relevo, para llegar al poder y terminar la obra iniciada por sus padres en 1966, para hacer realidad en Republica Dominicana una sociedad: “Sin injusticia, ni privilegios”.
Lo primero era rescatar el partido de mano de aquellos del entorno del Dr. Balaguer; ya conservadores, cansados y sin ideologías. Renovar el partido, relanzarlo y convertirlo en el partido del futuro, para volver al poder.
¿Para qué? Para hacer un gobierno solidario, enfocado en servir a la gente. Cuyas prioridades serían; erradicar el desempleo, el analfabetismo y estimular la producción y las exportaciones.
¿Cómo? Enfocando los recursos del Presupuesto Nacional, disponible para inversión –no en megaproyectos- sino en financiar el fortalecimiento y creación de micros, pequeñas y medianas empresas. Industrializar el campo. Y desarrollar nuevos sectores productivos de alta tecnología en asociación con inversionistas extranjeros; de Biotecnología, Microelectrónica, Energía no convencional, Meca trónica, etc.
Convencidos, de que el gran factor generador y multiplicador de miseria, no es la falta de escolaridad de un segmento significativo de la población, sino, la falta de apoyo económico a los que se han educado. Que si recibieran apoyo o facilidades financieras para crear pequeñas empresas, estarían en capacidad de crear millares de empleos para beneficiar a los que no han estudiado. A los cuales hay que formar técnicamente con un INFOTEP en cada provincia.
Lástima que esa dirigencia tradicional, que heredó el control del Partido Reformista, con la experiencia de mil batallas al lado del líder,,, decidiera optar por el camino más fácil, entregarse a los contrarios. Convirtiéndose en dirigentes bisagras,, desentendiéndose del pueblo que representaban.
Como resultado del trabajo y el sentimiento existente en el corazón de la generación de relevo, en la última Asamblea Nacional Extraordinaria del PRSC, la del 31 de agosto del 2008, esa cúpula fue destituida. Y los que eran funcionario del gobierno, se rechazó su reinregreso. Pero indignamente quienes habían jurado cumplir y hacer cumplir el estatuto, prefirieron traicionar esa decisión, negociar con estos y el gobierno, y hoy tienen el partido secuestrado y su representación usurpada.
Estoy convencido de que el Reformismo no desaparecerá. Porque vive en cada rincón del país, una generación de relevo reformista, que ama su país, es orgullosa de su herencia y tradiciones. Con vocación de servicio, resuelta, y que le es imposible ser indiferente al drama de la patria; signado por los campos abandonados, la miseria y la carestía de alimentos.
Y por sobre todo, están marcados por el ejemplo del éxito de sus padres, que junto al Dr. Balaguer rescataron la patria del marasmo post guerra del 1965 y la guerra irregular que represento la guerra fría en nuestro territorio.
Que son contrarios al endeudamiento externo, y están convencidos que solo el apoyo a los hombres de trabajo, el incremento de la producción, y el incremento de las exportaciones, y por resultante el incremento de los ingresos para mejorar salarios y servicios, son el camino al progreso y al desarrollo.
Por eso,,, difiero de usted. Posiblemente quienes usurpan su representación hoy, hagan que el partido pierda hasta su reconocimiento. Pero luego, cuando no estén, cuando sean desplazados. Como el ave fénix, de mano de la generación de relevo, y de quienes están comprometidos con su misión histórica, un Reformismo del siglo 21, renacerá.
Tantas obras realizadas, y tantas familias leales en cada rincón de la patria, es la mejor demostración de que renacerá.
Por Milton Olivo
*El autor es Escritor
Milton.olivo@yahoo.es