El Cólera y el Gobierno

Como los gobiernos constitucionales están obligados a informar de forma adecuada y respetuosa a sus ciudadanos sobre cualquier mal que pueda afectar la salud, o a los intereses nacionales, el gobierno dominicano está en la absoluta obligación de informarle al pueblo dominicano sobre los riesgo de la letal enfermedad del Cólera que se esparce cerca de la frontera que nos separa de nuestros vecinos haitianos.

Desde los tiempos de los métodos rudimentarios, los gobiernos se han dado a la tarea de usar todas las vías de prevención, procurando con ello la protección de sus territorios para evitar ser blanco de los efectos devastadores de las infecciones generadas para sus épocas; sin tener que esperar que ocurriera algún caso particular para entonces iniciar la obra de prevención.

Por lo regular se disponían los días de "Cuarentena" como forma de minimizar cualquier brote infeccioso que pudiese penetrar a la sociedad o país, y sus autoridades se hacían muy estrictas en sus fronteras en lo relativo al cruce de personas e intercambios comerciales.

Nos había llamado mucho a la atención el que a raíz del terremoto de Haití las autoridades dominicanas no hubiesen montado una estricta vigilancia fronteriza como forma de prevención de algún brote infeccioso generado por las condiciones de destrucción, hacinamiento, ausencia de agua potable y falta de controles sanitarios, como el caso que vemos hoy donde la bacteria del "VIBRIO CHOLERAE" ha propagado el Cólera de forma muy rápida, con unos 330 muertes y más de cuatro mil infectados.

Si ya tenemos por adelantado serios problemas con la calidad del agua que se distribuye, fruto del alto grado de contaminación en los ríos, pozos y cisternas, y ahora más que nunca vivimos bajo el riesgo de una contaminación de las fuentes acuíferas del nordeste por culpa de las malas acciones de la BARRICK GOLD, entonces existen dudas potenciales sobre el futuro de los acuíferos de nuestro subsuelo y dudas sobre el futuro de la salud de nuestra gente pobre que ha de consumir esas aguas contaminadas.

Todos pudimos notar la rapidez con que el gobierno dominicano enseguida lanzó el grito para negar todo tipo de infección en el territorio dominicano, como si hubiéramos tomado las medidas correspondientes desde el primer día del desastre ocasionado por el terremoto de Haití, sabiendo todo el país que es mentira que nuestras autoridades hayan estado controlando a la gente que acostumbra pasar por la frontera y mucho menos el intercambio comercial que tantos beneficios deja a ciertos sectores que viven del macuteo que depende de los haitianos que pagan cuotas para pasar la frontera.

El flujo de entradas y salidas de los haitianos no se ha reducido en número considerable como para que podamos testificar que no estamos a expensas de contraer la infección del Cólera, si sabemos que nuestros vecinos conviven con nosotros, en el día a día, como cosa muy natural.

El Cólera es una Infección Intestinal Aguda, es decir, que aparece de repente, producida por una bacteria especifica llamada VIBRIO CHOLERAE, y cuyo síntoma fundamental es una diarrea acuosa que produce una deshidratación muy pronunciada o grave, y que puede hacer peligrar la vida, requiriendo un tratamiento muy simple que consiste en reponer toda el agua y las sales minerales perdidas por la diarrea y los vómitos, y de esa forma la inmensa mayoría de los pacientes sobrevive.

Se conoce que la enfermedad del Cólera se adquiere a través del agua contaminada o de alimentos contaminados con el virus VIBRIO CHOLERAE, siguiendo un patrón común a muchas otras enfermedades que en medicina se llaman de TRANSMISION ORAL-FECAL, lo que significa que se adquiere a través de la vía oral, con agua o alimentos, y se elimina en las heces, propagándose cuando no existe el hábito higiénico de lavarse las manos con jabón desinfectante tras la EVACUACION DE EXCREMENTOS y luego se manipulan los alimentos que se comen crudos.

En ese sentido, nuestras autoridades dominicanas tienen la máxima responsabilidad de prevenir y proteger a sus conciudadanos dominicanos, para que no sean blanco de un brote infeccioso de gran magnitud, ya que existen suficientes informes de la rápida propagación de esta epidemia, como ocurrió en el 1991 cuando esta misma enfermedad se inició en PERU y en muy poco tiempo se diseminó por toda Latinoamérica con 1,5 millones de casos y un saldo de 11,500 muertos.

Por esta situación letal, varios países americanos ya han tomado medidas preventivas ante el riesgo de que la epidemia de Cólera de Haití se propague a una velocidad vertiginosa, pues la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dice que las epidemias no respetan fronteras.

Creemos que la República Dominicana no se puede dar el lujo del descuido, ya que la tal economía sostenida y blindada no era más que una fabula, tejida con los hilos demagógicos del gobierno en turno, donde los funcionarios solo han tenido mucho tino para alardear de muy buenos y efectivos, pero solo han probado sus capacidades de hacerse millonarios.

Recordemos que la salud es una odisea en el diario vivir dominicano, y que los hospitales están en situación de miseria fatal, en todo el sentido de la palabra, sin los más mínimos suplementos básicos, pues Salud Publica no es capaz de proveer los servicios básicos ni las medicinas básicas, lo que convierte al sistema nacional de salud y al gobierno actual en un verdadero fracaso.

Pero mientras el Presidente Fernández descuida la frontera y ha comenzado su campaña reeleccionista, juramentando a supuestos nuevos seguidores, la jerarquía de la iglesia católica levanta su firme voz en contra de una reelección que sólo garantiza ineficiencia y más corrupción.

Y sabiendo que de los 6 millones de votantes registrados en el padrón electoral, apenas un millón de votantes sigue a Leonel, entonces si los dominicanos nos unimos en torno a un buen candidato presidencial, es seguro que el pueblo va a ganar.

Es momento de unirnos todos para evitar la entrada del cólera y evitar la reelección de Leonel.

Por el pensador reformista, Julio Gómez Guevara.

1 comentarios

  1. Carlos Alberto says:

    Por qué quieren reclamarle a la minera? Tenemos que pensar que lo que ha hecho es darle trabajo a tanta gente

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