El PRSC debe auscultarse. Su mayor reto es el porvenir. Soy el primero en conmoverme ante la posibilidades infinitas de este partido decisivo de la vida nacional en el futuro que nos aguarda. Mis mayores reflexiones están dedicadas a su suerte en lo por venir, porque éste ha de perpetuar una historia escrita ya con elocuencia” (Parte del mensaje del Dr. Joaquín Balaguer en el seminario sobre reflexión política organizado por el PRSC en febrero del 1991, en el Hotel Pinal Dorado, Jarabacoa).

El Partido Reformista es uno de los principales activos de la democracia dominicana. Representa el ala conservadora del sistema democrático dominicano. Sustentado por el Socialismo Cristiano centra su ideal político en los valores y principios espirituales del Cristianismo. El PRSC es el partido del gobierno fuerte, de respeto, eficiente, austero, garante de la paz social y nacionalista. Ello implica que el fortalecimiento del PRSC, más que una aspiración constituye una urgente necesidad para mantener el equilibrio democrático a mediano y largo plazo.

Debemos estar conscientes de que nuestra organización política no es propiedad absoluta de quienes siempre mostramos con orgullo sus símbolos aún en los mementos más difíciles. Es una fecunda herencia que le pertenece al sistema democrático y al pueblo dominicano. En consecuencia, los reformistas tenemos la firme tarea de poner en práctica un ejercicio de responsabilidad patriótica, promoviendo la transformación que nuestra organización necesita y la colectividad nacional espera. Decía Charles Darwin que “no es el más fuerte el que sobrevive ni el más inteligente, sino el más capaz de adaptarse a los cambios”

La historia del PRSC es resplandeciente. En el año 1966, después de la sangrienta guerra civil del año 1965, la cual dejó un saldo de 5000 muertos, nuestro partido, con el Dr. Joaquín Balaguer a la cabeza, inició el proceso de fortalecimiento institucional de República Dominicana, estableciendo un gobierno de orden y convirtiéndose en promotor-facilitador del desarrollo socioeconómico. Al mismo tiempo, se convirtió en un agente perseverante de la reconciliación de la familia dominicana hasta lograr la necesaria unidad y la evidente perspectiva de autosuperación. Cuatro décadas, millones de dominicanos y una ingente obra de gobierno son los más acreditados testigos de la exitosa estadía del PRSC en el poder en dos oportunidades igualmente prolíferas.

Los dirigentes del PRSC, de todos los niveles, debemos dar ejemplo de prudencia, desprendimiento, madurez política, de disposición para acatar el consenso, de respeto a las bases del partido y al pueblo democrático. No obstante, debemos evitar confundir los aportes al proceso de fortalecimiento de nuestra institución política con la acción simplista, egoísta y poco inteligente de perseguir sólo objetivos personales o particulares.

El país necesita un Partido Reformista que le abra las puertas a la juventud, a la mujer, que de más oportunidades a los dirigentes de mayor valía, que genere la necesaria confianza, que asuma su rol como partido opositor, desplegando acciones en el marco de la prudencia pero con la debida firmeza y responsabilidad. Se impone hacer del PRSC una organización política que conecte su visión, su misión y sus objetivos con los más sagrados intereses de la sociedad dominicana.

Por: Ing. Samuel De Moya G.
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