Obama: murió "el mejor senador estadounidense"

Washington.- El senador estadounidense Edward Kennedy, uno de los políticos más influyentes del país y patriarca del Partido Demócrata, murió el pasado martes a los 77 años a causa de un cáncer en su casa de Hyannis Port, Massachusetts.

El dirigente, conocido como “Ted” o “Teddy”, era hermano menor del presidente John Kennedy y del senador Robert Kennedy, ambos asesinados. Edward llevaba casi medio siglo en el Senado, donde ganó el reconocimiento de demócratas y republicanos como luchador por la justicia social y la igualdad de oportunidades.

El presidente Barack Obama, que llegó a la Casa Blanca con el apoyo de Kennedy, se mostró “profundamente desconsolado” y lo definió como “el mejor senador estadounidense de nuestro tiempo”. “Un importante capítulo de nuestra historia ha llegado a su fin”, añadió el mandatario. “Yo valoraba sus sabios consejos en el Senado, donde, más allá de la espiral de eventos, él siempre tenía tiempo para un colega nuevo”.

Entierro, el sábado Kennedy será enterrado el sábado en el Cementerio Nacional Arlington, cerca de donde descansan sus dos hermanos John y Robert.Se espera que Obama hable durante la ceremonia, informó ayer “The Washington Post”, citando a un alto funcionario de la Casa Blanca.

El funeral se realizará en la Basílica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Boston, Massachusetts, estado natal del fallecido.

Kennedy tenía un tumor cerebral muy grave que le fue diagnosticado en mayo de 2008. Fue operado y sometido a quimioterapia, y durante la ceremonia de asunción de Obama en enero sufrió un desmayo y fue trasladado al hospital temporalmente.

El demócrata había llegado al Senado en 1962. Desde entonces fue siempre reelegido, lo que lo convierte en uno de los legisladores con el mandato más largo en el país.

Sus aspiraciones a llegar a la Casa Blanca tras el asesinato de John en 1963 y de Robert en 1968 se vieron truncadas en 1969 por un accidente automovilístico en el que murió una mujer que iba con él en el coche, que cayó a un río. En 1980 desafió al presidente Jimmy Carter en las primarias demócratas, pero al final abandonó.

La Casa Blanca y el Capitolio amanecieron ayer con la bandera a media asta en señal de duelo. La muerte del histórico senador despertó también una ola de mensajes de condolencia de familiares, políticos afines y rivales y líderes internacionales.

“Hemos perdido al centro irreemplazable de nuestra familia y una luz de dicha en nuestras vidas, pero la inspiración de su fe, optimismo y perseverancia vivirá en nuestro corazones para siempre”, señaló la familia en el comunicado.

“Él amaba a este país y dedicó su vida a servirlo”, comenta asimismo el comunicado de la familia. “Siempre creyó que nuestros mejores días estaban por delante, pero es difícil imaginarlos sin él”.

El ex presidente George H.W. Bush lo calificó de “figura capital” en la política de Estados Unidos. “Si bien no coincidimos en muchos temas políticos a lo largo de los años, siempre respeté su inquebrantable vocación por el servicio público”, señaló el ex mandatario republicano.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, consideró que su legado “está entre las filas de los hombres y mujeres más grandes, patriotas, enérgicos” que sirvieron en el órgano.

“El rugido del león liberal puede haberse silenciado, pero su sueño no morirá jamás”, sentenció.

LA ENFERMEDAD Y CÓMO LA ENFRENTÓ
El senador Edward Kennedy vivió 15 meses con un tumor incurable en el cerebro, un poco más tiempo que lo habitual para un paciente de más de 70 años.

Y quizás igualmente importante fue que vivió bien esos meses, siendo capaz de trabajar casi hasta el final, navegar por las agitadas aguas de Nueva Inglaterra que él adoraba, ayudar a elegir a un presidente que apoyaba e incluso regalarle un perro.

Le diagnosticaron un glioma maligno, un tumor canceroso del cerebro, después de sufrir convulsiones en su casa en mayo del 2008. Fue operado dos semanas después y luego sometido a quimioterapia durante y después de radiación, dijo su familia.

Hay mucho que admirarle por la forme en que pasó sus últimos meses, dijo el doctor Len Lichtenfeld, subdirector de la Sociedad Oncológica Estadounidense.

“Este es un hombre que tenía una enfermedad grave y fatal, y él lo sabía. A pesar de su enfermedad, continuó adelante lo mejor que pudo”.

La investigación para combatir el cáncer fue una causa que Kennedy abanderó durante mucho tiempo antes de conocerse su enfermedad, recordó el director de la sociedad oncológica, John Seffrin, en una declaración.

Kennedy ayudó a reformar la Ley Nacional de Cáncer de 1971, “guiar a la industria del tabaco” con una legislación que le diera a la Administración de Alimentos y Medicinas autoridad para regular los productos de tabaco , y respaldó la expansión del Programa del Seguro de Salud Infantil con un aumento en los impuestos a este cultivo.

Fuente: Listín Diario Digital.

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