Un Presidente Excelente

La salud político social de la Nación dominicana, hay que prestarle mucha atención. El desorden administrativo existente en el desgobierno dominicano y todos sus estamentos. ¡Debe parar ya!. Si desde ahora no se comienza a proveer y planificar acertadamente sobre quien debe sustituir al Presidente actual, el caos se apoderará del País al llegar el momento de la justa comicial por la Presidencia de la República.

Las disquisiciones acerca del merecedor y/o sustituto de Leonel Fernández, están a la orden del día. Pero no se está tomando en cuenta lo fundamental en las condiciones de la persona llamada en esta ocasión a ocupar el solio presidencial. O sea, que se pretende improvisar de nuevo. Y esto ahora no debe ocurrir bajo ninguna justificación, ya que de estas elecciones por venir, dependerá el futuro político y la estabilidad gubernativa de la Nación.

No estamos siendo boca de ganso. La realidad debe ser dicha y requeté dicha para que después no se diga que no fue advertida. En los próximos comicios, el candidato ideal, debe ser alguien con la experiencia necesaria en los asuntos de alta política y de Administración Estatal. Una personalidad probada en las lides palaciegas y con suficiente pool dentro de los círculos del poder políticos y económicos dominicanos.

El llamado obligatoriamente a ocupar la silla de alfileres, debe y tiene que, aunque no se haya terciado oficialmente la banda presidencial, ser una figura que tenga la experiencia en el manejo de todo el Estado Dominicano y con la suficiente moderación y comedimiento, como pocos de los que se sienten con el “derecho” a escalar esta difícil y delicada posición. Pues de no ser como entendemos, el riesgo es incalculable y la estabilidad democrática de la Nación puede y dará al traste.

Con las condiciones que exige en estos momentos el País para gobernarlo y reorientarlo, existen pocos. Alguien que sea lo suficientemente frugal, económico y moderado en su vida pública, que haya manejado por mucho tiempo funciones de Estado y que conozca al dedillo a los escaladores profesionales y a los pelafustanes acostumbrados a saciarse con los dineros del pueblo.

Pero más que esto, alguien que no se deje narigonear por los nuevos ricos y que cuente con el apoyo irrestricto de la clase gobernante desde el punto de vista económico. Que sepa ajustar los gastos corrientes del Estado y que acabe con la dilapidación de los recursos estatales con medidas heroicas si fuere necesario en bien de las grandes mayorías que han sido las más sufridas desde que la demagogia y el populismo se entronizaron en el Palacio de gobierno.

Pero también, un funcionario que haya demostrado seriedad y lealtad a los principios del mejor de los Presidentes que hemos tenido y quien supo manejar la economía con controles extraordinarios y donde los prestamos solo se recurría a ellos como medidas de último recurso o sea, medidas extremas. Una persona como la que se necesita en esta ocasión, con todas estas cualidades y experiencias, y que esté disponible, y que no tenga compromisos ni con los carteles económicos, ni con los carteles del narcotráfico, a nuestro parecer estas condiciones solo las posee uno.

Sin tener que ahondar mucho, sin tener que buscar la linterna de Diógenes, conociendo que para saber ‘quien es mundito, solo hay que darle un carguito”, lo tenemos sin resucitarlo, ya que nos lo dejaron para que cuando el pueblo demandara por necesidad un cambio dramático tuviera dispuesto a sacrificarse de nuevo por su nación, tal como su líder. Para que tengamos de nuevo un gobierno eficiente, necesitamos urgente un “Presidente Excelente”.

Solo tenemos que ir a la Máximo Gómez #25 y llevemos a Bello Andino al Palacio Nacional.

Por: Diómedes Sánchez

Ingeniero Dominicano Residente en el Bronx
PO BOX 1563
BRONX, NY 10451-1563

E-mail: Diomedes_Sanchez@msn.com

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