Nueva York.- El presidente Leonel Fernández advirtió que la principal amenaza a la seguridad de los pueblos en los actuales momentos es el narcotráfico, y que su poderío interviene en áreas vitales de los gobiernos como las Fuerzas Armadas, la Policía y los servicios de inteligencia para poner a las instituciones del Estado al servicio de sus “macabros y siniestros intereses”.
El mandatario dominicano llamó la atención de que “hay razones más que suficientes para que la comunidad internacional se sienta preocupada por esta creciente amenaza del problema mundial de las drogas”.
Destacó que después de que en 1998, la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrara una sesión especial para contribuir a la eliminación o reducción significativa de la producción ilícita y abuso de las drogas, “en la actualidad cerca de 250 millones de personas, con edades entre 15 y 64 años, consumen drogas en el mundo”.
Al intervenir ayer en el 65vo Período de Sesiones Ordinarias de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el mandatario dominicano puntualizó que el tráfico ilícito de drogas constituye un mercado negro, de carácter global, una especie de economía subterránea o sumergida, que se dedica al cultivo, manufactura, distribución y venta de una mercancía que puede ser marihuana, opio, heroína, cocaína o metanfetamina.
“En la puesta en marcha de sus objetivos para conquistar mercados y acumular riquezas, el crimen transnacional organizado actúa haciendo uso de un nuevo tipo de violencia, inhumana y cruel, sin precedentes”, planteó el Jefe de Estado. Ese mercado –argumentó– que se rige al igual que cualquier otro, por las leyes de la oferta y la demanda, alcanza la astronómica suma de unos 400 mil millones de dólares al año.
Para eso, dijo Fernández, el narcotráfico siembra el miedo y el terror. Ejecuta a funcionarios públicos como a simples ciudadanos, asesina a periodistas, maestros, médicos, estudiantes o amas de casa.
Destacó que el poderío es tanto lo que influye que interviene en áreas vitales de gobiernos como las Fuerzas Armadas, la Policía, los servicios de inteligencia y la justicia, con lo cual procura poner las propias instituciones del Estado al servicio de sus macabros y siniestros intereses.
“¿Es posible, realmente, enfrentar y derrotar todo lo que representa esta forma de acción delictiva internacional?”, se preguntó el mandatario dominicano, para responder: “Es posible enfrentarla y derrotarla. Es posible reducirla y mitigar sus efectos dañinos. Sin embargo, para lograrlo, se requieren varios factores. En primer lugar, que haya un real y verdadero compromiso a escala global, y una auténtica y genuina voluntad política a nivel de los distintos gobiernos nacionales”.
“Se requiere, además, un cambio de paradigma, o una nueva visión estratégica distinta, que concentre los esfuerzos para combatir el mal, no sólo desde el ángulo de la oferta, como hasta ahora fundamentalmente ha sido, sino también desde la perspectiva del consumo o la demanda”, precisó.
Planteó que es imperativo poner freno a la venta indiscriminada de armas de fuego y al tráfico de personas, y se hace necesario desarrollar políticas de intercambio y cooperación entre los países productores, de tránsito y consumo.
LOS RETOS Y LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS A UTILIZAR
Para Fernández es fundamental introducir nuevas tecnologías, fortalecer los sistemas de inteligencia, profesionalizar y adiestrar al personal responsable de garantizar la seguridad ciudadana, diseñar mecanismos de prevención, generar oportunidades educativas, de reducción, de pobreza y generación de empleos e involucrar a las propias comunidades en la construcción de redes de protección frente al crimen.
El mandatario, por otro lado, mostró su preocupación por las pérdidas humanas debido a los desastres naturales que provoca el cambio climático y como consecuencia de ello, que los niveles de desarrollo declinasen en forma abrupta.
Recordó que a la fecha se han producido 47 inundaciones y deslizamientos de tierra, 12 huracanes, ciclones y tifones, ocho sequías graves, siete terremotos, fenómenos ocurridos en distintas partes del planeta, “todo esto sin contar con erupciones volcánicas, que tampoco distinguieron entre pobres y ricos”. Considera que se hace imprescindible la planificación del desarrollo y el ordenamiento territorial, hay que diseñar y ejecutar sistemas de alerta temprana en zonas costeras, ciudades bajo peligro, escuelas, hospitales y es necesario, con carácter de urgencia, readecuar la infraestructura.
Fuente: http://www.listindiario.com