¿Cómo eran las relaciones entre tú y Juan Bosch? La pregunta me la hacía nada más y nada menos que Joaquín Balaguer la noche del 30 de Junio de 1996, la misma noche en que el país celebraba la segunda vuelta electoral que le dio el triunfo al PLD y al Presidente Leonel Fernández por sobre el PRD y el Dr. José Fco. Peña Gómez. Mi respuesta no se hizo esperar, sin pensarlo dos veces le contesté "como son la suya y la mía, igualita. Don Juan me trataba igual que Usted y con el mismo afecto y cariño". Su reacción no se hizo esperar y me dijo "y entonces, ¿por qué te fuiste del PLD?". " No me fuí del PLD por Don Juan, me fui por otras razones", le contesté.
Hoy se cumple un aniversario más del nacimiento de Juan Bosch, líder político, literato y referente moral del pueblo dominicano. Lo recuerdo y le rindo tributo de admiración y respeto. Tuve el privilegio de contar con su amistad y aprecio al punto de que fuí elevado de un simple miembro del Comité de Base #2 en San Cristóbal, a miembro del Comité Central en una propuesta hecha por El en el lV Congreso del PLD del 1990. Lo he dicho otras veces y lo reitero nueva vez: ¡junto a la de Balaguer y Peña Gómez la amistad de Juan Bosch constituyen para mí la más grande fortuna que he acumulado en mi vida y que le dejo a mis hijos como herencia!
Con Don Juan compartí en muchas ocasiones en su oficina privada, en su hogar, en el Partido, en reuniones y en actividades públicas y siempre me distinguió. Su imagen pública era la de un hombre de temperamento fuerte e inflexible, en lo personal era sencillo, humilde y una persona agradable que gustaba de hablar y desarrollar los temas de interés. Conversaba sobre temas agrícolas o pecuarios, en mi caso, como si fuera un experto en la materia. En mi caso hizo común una expresión para saludarme: "esa carita como que la he visto hoy en un sitio" para decirme que me había visto en la televisión o en el periódico dando algún tipo de declaración pública en mi condición de Secretario General de la ANPA (Asociación Nacional de Profesionales Agropecuarios).
Hoy recuerdo a Juan Bosch, Don Juan como le decía, con cierto dejo de nostalgia y tristeza. Gran hombre, gran ser humano, extraordinario y único, como venido de otra galaxia. Un hombre puro, impoluto, no acumuló riqueza ni bien material alguno. A pesar de haber sido Presidente de la República y literato de éxito vivió humildemente al punto que hubo que regalarle la casa donde vivió. El lo decía de otros pero hoy lo diré yo de El: ¡Hombres como Juan Bosch nacen cada cien años. Paz a sus restos y Gloria eterna a su memoria!
Por: Tito Hernández.