Cuco o hartazgo

Para ganar próximas elecciones, el PLD necesita varias condiciones. En su discurso del pasado domingo 24 de julio, el presidente Leonel Fernández recurrió repetitivamente al miedo de un posible retorno del PRD al poder. En la retórica de Fernández, el PRD es culpable de los males de 2000-2004, y de lo que no ha podido mejorar el gobierno peledeísta después de 2004.



Es cierto que todos los gobiernos del PRD han terminado en tragedia: Juan Bosch derrocado, Antonio Guzmán en suicidio, Salvador Jorge Blanco acusado, e Hipólito Mejía con una gran crisis bancaria. Pero de ahí a culpar el PRD de los grandes problemas del país, y de los desaciertos del gobierno peledeísta, hay un gran trecho.

El PLD ha tenido tiempo suficiente no sólo para enmendar, sino también para generar grandes cambios en la sociedad dominicana y en la forma de gobernar. Pero el gobierno se ha acomodado a reproducir la ineficiencia y el clientelismo que han caracterizado históricamente el Estado dominicano.

Cuando Fernández complete su mandato el próximo año, habrá presidido el país la misma cantidad de tiempo que el PRD en el post-1978, es decir, 12 años. Además, de los últimos 16 años, Fernández habrá gobernado 12.

Sólo los más acérrimos opositores del gobierno restan valor a la relativa estabilidad macro-económica que ha prevalecido en el país durante los últimos siete años. Esa estabilidad es importante, pero se ha fundamentado en préstamos que, aunque sean avalados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el país debe pagar tarde o temprano.

Además, los problemas pendientes en República Dominicana son inmensos, entre ellos, el desempleo, el ineficiente y cada vez más caro servicio eléctrico, el alto costo de los combustibles, la baja inversión en educación y salud, la mala calidad de esos servicios, y el aumento de la inseguridad ciudadana.

Para desmeritar las críticas al gobierno, el presidente Fernández y el PLD recurren a su reiterativo discurso de campaña de que el PRD es culpable de los males internos, representa el retroceso, y es el cuco a temer.

Este mensaje surtió un efecto favorable para el PLD en las elecciones de 2004, 2006 y 2008. Fue menos efectivo en el 2010, cuando el PRD obtuvo más votos que el PLD sin los aliados, y queda por verse cuán efectivo será en el 2012.

Para ganar las próximas elecciones, el PLD necesita varias condiciones: 1) que la situación económica no se deteriore más, 2) que Danilo Medina encuentre una forma efectiva de hacer campaña, 3) que Fernández le apoye, 4) mantener las fuerzas aliadas, y 5) que un segmento importante de los independientes vote por el PLD por miedo al PRD.

En su discurso del domingo, el presidente Fernández indicó que la economía dominicana repuntará por el acuerdo con el FMI (léase, habrá más dinero prestado para gastar), mostró que apoyará a Medina en la campaña, que intenta retener las fuerzas aliadas, y que el PLD utilizará el miedo al PRD como mensaje central de campaña.

Queda por verse cómo Medina se proyectará en la contienda y qué peso tendrá el hartazgo ciudadano contra el gobierno peledeísta.

El PLD y el PRD aglutinan grandes clientelas políticas, es decir, amplios segmentos de votantes que se benefician (o aspiran a beneficiarse) con contratos, empleos, dádivas, y otros beneficios. Cada bando votará por su partido.

Por otro lado, hay votantes que no son parte de clientelas. Estos se dividirán en tres grupos: unos se abstendrán, otros votarán por el PLD por miedo al PRD, y otros votarán por el PRD por hartazgo con el PLD.

No habrá encantamiento con las opciones electorales en el 2012, pero sí una fuerte confrontación.

Por: ROSARIO ESPINAL.

Fuente: www.hoy.com.do.

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