La reelección y el narcotráfico alteran poder en Latinoamérica

MARIANO GRONDONA AFIRMA QUE DESPUÉS DE DOS PERÍODOS UN TERCERO ES UNA MONARQUÍA. Buenos Aires, Argentina.- El crimen organizado va adquiriendo la categoría de nueva clase social criminal que puede imponerse, a la larga, a las frágiles democracias de América Latina, según los temores que abrigan tres reputados pensadores y analistas políticos argentinos.

Mariano Grondona, Juan Toklatian y Carlos Pagni, hablando en un panel sobre el futuro del poder latinoamericano auspiciado por la SIP, coinciden en que el crimen organizado ya está ganando espacios en las esferas del Estado, incorporando sus secuaces en los congresos y la justicia y en las instituciones militares y políticas.

Ni el poder político ni los medios están comunicando las cosas en toda su extensión, la realidad de que una nueva clase social criminal está en ascenso y amenaza a institucionalidad y la paz, coincidieron.

Los analistas apuntan que otro fenómeno, como el del reelecionismo, también está sustituyendo el concepto de sistema, porque se basa en personas y no en programas. Grondona dijo que hay democracias, como la chilena, donde la ley está por encima de las biografías “porque lo que se procura es sostener un sistema y no una aventura personal”, mientras en otros países se impone el reeleccionismo, con o sin límites.

Consideró que en el caso argentino, donde el presidente Kirshner dio paso a su esposa Cristina en el poder, de lo que se trata es de un “reeleccionismo conyugal”, diferente al de otros países, donde los presidentes intentan sucederse a si mismos. Según Grondona, después de dos períodos consecutivos, un tercero “es monarquía”, siguiendo la definición que hiciera en ese sentido el ex presidente José Henrique Cardozo, de Brasil. Pagni observó que otro factor que afecta el cuadro de poder latinoamericano es el hecho de que la región ha perdido entusiasmo y empuje en el proceso integracionista. Dijo que a diferencia de lo que ocurría veinte años atrás, en estos momentos fracasan o se debilitan todos los intentos integracionistas, porque los países se inclinan por la bilateralización en sus relaciones con las naciones más desarrrolladas y ricas.

Citaron el caso de Lula, en Brasil, que siendo una potencia emergente, prefiere establecer acuerdos de libre comercio con otros países, sin tomar en cuenta que actúa solo, no con el conjunto latinoamericano, pese a que forma parte del Unasur, el nuevo esquema que pretende agrupar a las naciones sudamericanas.

El rearme de los pueblos latinoamericanos es otro factor que hace pensar a los analistas que el poder se disgrega y se concentra en otras esferas, gradualmente. Pagni dijo que entre 2003 y 2008 el gasto en armamento creció en el continente de 24 a 4 mil millones de dólares.

DIFICULTADES EN LOS SISTEMAS
Los analistas estiman que el poder se ha movido dentro de los países con dificultad de consolidar sistemas institucionales que trasciendan a los líderes.

Entienden que el resultado de esta fragmentación es la pérdida del poder representativo de América Latina como continente dentro del ambito mundial. Recordaron que después de los 60, los países latinoamericanos componían un bloque decisivo en las Naciones Unidas, porque votaban en grupo y mostraban fortaleza. Hoy no ocurre lo mismo, está prácticamente desintegrado y por eso América Latina no tiene una voz fuerte en el concierto internacional.

A todo esto hay que agregar el alto nivel de conflictividad que se hace presente en las sociedades latinoamericanas, tanto por la lucha política, cada vez mas degradadada, como por la penetración depredadora del crimen organizado, que se burla de la ley y de los sistemas para abrir paso al negocio de las drogas, de los contrabandos y de todas las cosas ilícitas que se comercian en una sociedad.

Miguel Franjul - 11/9/2009

Fuente: Listín Diario Digital.

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