
Primero fue la anexión de Tejas en 1845, que provocó la llamada guerra Mexicano-Americana, y su final, el asalto al castillo de Chapultepec, con lo que se perpetuaba la ocupación, a través del llamado Tratado de Guadalupe Hidalgo rubricado el 2 de febrero de 1848. Estados Unidos se apoderaba de la totalidad de lo que hoy son los estados de California, Arizona, Nevada y Utah, y parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming.
Para hacerlo más humillante, y como compensación, Estados Unidos pagaría 15 millones de dólares por daños al territorio mexicano durante la guerra.
Hoy, los habitantes de estos estados y en particular los de Arizona, viven con la tensión perpetua de ser perseguidos, arrestados sin motivo alguno, u objeto de violencia de grupos de extrema derecha, esos que se encargan de la "patriótica" misión de asesinar a inmigrantes que deambulan en medio del desierto fronterizo.
La ley SB1070 de Arizona la promulgó el pasado viernes la gobernadora Jan Brewer, en medio de la crítica generalizada por su carácter racista y xenófobo.
Esta medida es parte de las contradicciones políticas de Estados Unidos y del incremento de la discriminación racial en ese país. (Elson Concepción Pérez)
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