Creo firmemente que el DÍA DE LAS MADRES es siempre, pues no hay un solo segundo, minuto, hora, día, semana, mes y año en que su vocación maternal, dedicación constante y amor perdurable este presente en la vida de sus hijos, aun en la distancia. ¡Ser MADRE no es solo un privilegio sino un DON!

MADRE, es ese ser que te da la primera protección desde el mismo momento de la concepción, la que te transmite las primeras sensaciones humanas, a quien primero oyes, quien primero te arrulla y quien primero te hace sentir querido y especialmente amado a través de ese cordón natural de conexión, ¡que nunca se desliga!

Madre, es aquella quien te jura votos de amor filial y devoción en silencio, la que vigila como guardián tus pasos para que los dé firmes y te soporta para que no caigas, la que anhela tu desarrollo y se regocija de tus éxitos.

MADRE, es sencillamente ese ser especial que siempre esta ahí para ti, aun cuando ni lo notas, y la que tendrás siempre esos brazos extendidos para acogerte en cualquier circunstancia y recordarte que puedes contar con ella!

MADRE, es luz que guía y sombra que protege, es medicina para el alma y nobleza de sentimientos, es especialmente, esa estrella de amor permanente que nunca se apaga, que traspasa mas allá de la vida física para seguir viviendo dentro de nosotros como ese gran proveedor de vida, enseñanza, sabiduría, tenacidad, constancia, paciencia, perdón, felicidad y sostén de todo lo que somos o queremos ser! FELIZ DÍA POR SIEMPRE, MADRE!

Por Yunis Segura McNally

Fuente: Mundiacción