Boston.- Desde los tiempos remotos, la cultura política se ha sido un tratando con mucha determinación hasta el punto que los estudiosos, han dedicado sus mejores aportes a la educación general a la sociedad civil. A igual manera sus atenciones también han sido conducidas a la capacitación individual y colectiva en el marco de las organizaciones sociopolíticas.
A lo que respecta al PARTIDO REFORMISTA SOCIAL CRISTIANOS, desde sus inicios empezó con dos pies izquierdos a conllevar sus métodos políticos, sin haber primero coordinado un personal apto en la materia, entendidos por igual o semejante a su líder, el cabeza central; siendo el factor de la ignorancia elemento básico para herrar en constantes errores, que mas luego serian sumados a las dependencias central de un conglomerado poco orientado en la educación básica correspondiente a política. Y como es debido saber que no puede haber político culto por demás, si este solo interaccionas con los limitados conocimientos que solo pudo absolver en los recelosos campos de tal materia, es decir, en la estricta esfera monolítica de la ciencias particulares y hasta política.
Pero, todavía era y sigue siendo hoy peor, es crítico ese desdén del conocimiento donde los individuos solo les basta creerse sabios en el tema por el simple hecho de que están adheridos a los partidos políticos y que en sus mayorías cuentan con títulos universitarios, y en muchos de los casos en campos de estudios muy lejos de las ciencias sociales, incluyendo a la política.
Pues, es de esperarse que los nuevos dirigentes y líderes de grupos o de partidos políticos, no tengan la menor facilidad de realizar un buen trabajo a lo que se refiera a la: La Coordinación (La cual es el eje central de la organización), La base fundamental de toda organización es la coordinación, radica en ella la existencia de todo sistema organizado.
Un ejemplo típico de coordinación nos lo da una orquesta al interpretar armónicamente una sinfonía.
En ese sentido, cuando un grupo de trabajadores tratan de mover un objeto muy pesado, desarrollando cada cual esfuerzos independiente, es seguro que no conseguirán moverlo si el objeto es tan pesado que requiere el esfuerzo aunado de todos.
En consecuencia, ese mismo principio es aplicable en una organización política, para que las ideas, planteamientos y estrategias, no sean adversas a los efectos positivos, esperados como los elementos que garantizan de buen funcionamiento de la organización, a lo que respecta al desarrollo, fortalecimiento y el progreso integral que sostenga la unidad y la capacidad de opción al poder.
En la existencia del Partido Reformista Social Cristiano, tuvo su laguna de coordinación, de equilibrio básico en cuanto a sus actores de segundo y tercer nivel de mando y control, porque estos, no fueron capaces de interiorice en lo que tenía que ver en el estudio de la cultura política, de aprender las distintas pautas allí encontradas, para que apartar de ellas, fueran aplicadas y seguidas como elementos fundamentales para el buen funcionamiento a la consolides estructural e institucional. Se dio, todo lo contrario les fue mas fácil a muchos aunque a sabiendo del error de no a la auto preparación e independencia sobre a la cultura política, jugaron un papel muy sedimentario bajo el único criterio del jefe mayor o el máximo líder. Se confundió a la obediencia, al respeto y la obligación de aprender las técnicas funcionales para ser un buen político y ser capaces a responder a las necesidades como individuos y colectivos. Hoy vivimos, de aquellos errores que garrafalmente nos disuelven a igual al vapor de agua.
El Partido Reformista, se manejo estrictamente desde un punto muy particular y abstracto a los valores y principios, encontrados en las sugerencias estudiosas de la cultura política, pero estas sugerencias fueron manejadas y ejercidas al acomodo oportuno e interés personal de su líder, sin que fueses investido por el toro de la razón de otros eruditos, o duchos en las dimensiones complementarias a la cultura política, eso hizo, una costumbre pesada tan pesada que hoy es que se siente y se sabe del gran error y tropiezo reservado para el futuro del mismo Partido Reformista Social Cristiano. El alto conocimiento y desarrollo intelectual del fundador y máximo líder, fueron las armas utilizadas y adsorbidas por sus subalternos, derivándose una disciplina en la actitud, las acciones y manera de operar políticamente, pero sin embargo estos, no se advirtieron en prepararse como políticos, hacer los aptamos para ser capaces cuando la ley de la vida, les llamares a ocupar la rienda del partido, y por consiguiente poder proseguir la ruta del poder por los caminos menos rocosos y complejos como los existentes hoy en día.
El poder a cargo de una persona o individuo se conoce como autoridad. La autoridad, no significa autocracia y, en consecuencia, no se establece por simple mandato o delegación de funciones en la persona autorizada. Es más bien, un reconcomiendo natural del colectivo, es decir, de la masa, por los atributos por su capacidad y experiencias probadas atreves de su trayectoria como culto político, mas bien, decir, que para ello, es necesario que la persona investida de autoridad, reúna indiscutibles condiciones de capacidad, significa que quien la posee actúa con propiedad.
La autoridad se ejerce por medio del ejercicio efectivo de la disciplina. En una organización, la disciplina nace del grupo y tiene su total apoyo. Se funda en la razón; es auspiciada y dirigida por quien ejerce legítimo derecho de autoridad, cuyo respeto y dignidad se imponen. La disciplina se hace inherente e intrínsecamente a la doctrina y es respetada por todos como necesidad de un orden determinado como el pulpito en el trabajo político de tal organización política.
Sin lugar a dudas, que la falta de una equilibrada culturalización política, entre los fieles, subalternos o dirigentes de niveles segundarios y terciarios, han hecho el meollo del desgajes estructural e institucional en el cual ha zambullido al PRSC, en el más hondo y difícil hoyo resbaladizo a prendido a modo de un petrarquismo, dándoseles riendas sueltas a él elites al subdesarrollo de poderes, que por sus propias naturalezas contra pujan en fuerzas que obstruyen el deseado desarrollo y fortalecimiento de la organización en su momento dado, para alcanzar una unidad uniforme y compacta capaz de poseer las herramientas de la competitividad política, porque mientras surge una vos y una fuerza, que a su vez, contra choca con otra voz y fuerza y otro y otra, lo natural que los efectos sean un pandemonio (pandemónium) para todo el corazón de la organización política y ahí estas anclado el PRSC, en ese pugilato de control patriarcal con apoyo de sediciosas fuerzas internas y externa.
Para que la disciplina se comprenda y practique, debe describirse en una ley, estatuto o reglamento que todos los participantes del grupo han de conocer y cumplir. Y en este particular, hemos herrara do hondamente en constantes aberraciones somáticas, donde la enfermedad se ha encubado en los genes de los dirigentes principales sin el respeto y la sensatez, para con los valores y principios, y viviendo de espaldas ante la masa del partido.
Siendo la doble moral el vehículo ágil para alcanzar las ventajas personales, llamasen económicas y de poderes políticos dentro y fuera de la organización como partido político. Toda organización precisa de un objetivo, principio o doctrina, alrededor del cual se orienta el sistema.
Es imprescindible sentar bases definidas, determinando específicamente la meta o finalidad que se persigue. Sin este principio la organización no tiene sentido. Las organizaciones políticas establecen su funcionamiento mediante una orientación hacia determinados ideales; en nuestro caso particular de reformista, debemos adopta la esencia de la doctrina y la filosofía reformista de que exista entre nosotros la equidad, el poder de la masa, la democracia y el amor intrínseco por alcanzar el poder para realizar las grandes reformas infraestructurales para el bien común, que repercute en toda la sociedad.
Recerco, en que toda organización precisa de un objetivo, principio o doctrina, alrededor del cual se orienta el sistema, siguiéndose una conducta uniforme capaz de alcanzar las metas trazadas en sus cortos y a largos plazos; siempre y cuando los protagonistas no olviden el cometido de la significación de organización que es el establecimiento estricto del sistema establecido.
Este ensayo político será continuado en partes: (Hasta aquí la 1ra. parte).
Por: Julio Gómez Guevara.
