Sao Paulo/EFE - La nueva Miss Universo, la angoleña Leila Lopes, afirmó hoy en Sao Paulo que quiere trabajar por los necesitados de África y aseguró que no teme ser víctima del racismo por el hecho de ser negra.
“Pienso trabajar por mi continente. Como Miss Angola trabajaba con programas en favor de los niños desamparados, personas con sida y ancianos”, manifestó Lopes en la primera rueda de prensa que dio en la madrugada del pasado martes como soberana universal.
Lopes, de 25 años y 5'10'' de altura, se alzó anoche con la corona de reina universal en una gala celebrada en un teatro de Sao Paulo, donde luego habló con periodistas, que le plantearon el problema del racismo.
“Felizmente el racismo no me afecta. Creo que las personas racistas son las que tienen que buscar ayuda por pensar de esa forma”, expresó la “soberana” en portugués.
Lopes, que se definió como una persona “muy tímida”, lloró al recordar los mensajes de apoyo que recibió por Facebook en los últimos días y contó que desde niña le decían que tenía porte de reina.
“Siempre tuve vergüenza cuando de niña me decían que yo algún día debería ser Miss Angola”, señaló la Miss Universo, estudiante de administración de empresas en una universidad londinense.
Lopes expresó su agradecimiento a todas las personas que creyeron en ella, especialmente a la primera dama de su país, Ana Paula Lemos dos Santos, y dijo que el reinado que acaba de ganar le dará “la oportunidad de mostrarle al mundo lo que Angola hace".
La joven expresó su admiración por Brasil, país anfitrión de la sexagésima edición del Miss Universo en la que fue coronada como la más bella y que comparte con Angola la lengua portuguesa, y dijo que desde niña ha estado en “contacto” con el gigante suramericano “a través de las telenovelas".
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