El indignado club de los pendejos

Los "desabsurdos" y las "absurdidades" de la partidocracia reinante, (es decir, el PLD, el PRD y su mendigo más publicitado, el PRSC, -que es la versión política de una meretriz ajada, descangallada y sin dueño-,) están ahí para quien quiera verlos.Su talento antichévere para no definir las definidas prioridades, separar lo primario de los importante pero secundario, debe entrar YA al record Guinness.

La muy señora en blanco como en morado, en sus programas de gobierno y sus tertulias habla de educación, pero cuando en la América Latina el promedio de inversión supera el 5.2% del PIB, aquí no llegamos al 3%, con la perversa agravante de que hace 20 años la sociedad dominicana "acordó, consensuó y se puso de acuerdo" en invertir por lo menos el 4% del PIB. Desde el 1997 eso lo manda una ley, pero a la dama no le perturba nada violar y ser violada, obrarse en la institucionalidad... y si quiere que entre el mar. Tal parece que aquí, -hasta que llegué un Baninter Político y haga añicos las farolas, dejen de volar las palomas por las tardes y salgan a morir las mariposas aunque no sea junio-, no tendremos salida ni "componte". Igual ocurrió con el sistema financiero.

Nuestra partidocracia habla y teoriza sobre la prioridad primaria, prioritaria y number one de la educación y miren los resultados, la chulería ejecutiva, el cinismo partidario, la desfachatez legislativa. Hablo de partidocracia, porque si algo ha quedado demostrado mas de una vez es que en los grandes temas nacionales, PRD y PLD "se la van", o sea, que son cómplices terribles. Recuerden a Hertell y su lobbysmo bushista para que blancos y morados aprobaran un contrato de asco y nausea con la Barry Gold. Ahí está la ley de partidos que nunca aprueban, la ley electoral que han olvidado. El PRD pudo evitar la aprobación del Presupuesto el pasado martes en la Cámara de Diputado, pero no hubo línea partidaria, unos se ausentaron y algunos hasta votaron a favor. ¿Serán sancionados?

Conocen las precariedades de viviendas, el déficit del asunto, pero se gastan mil millones ¿? de pesos en torres de lujo en Los Cacicazgos de Santo Domingo, y una M que no es de miércoles. Hace cinco años existe el reglamento de la ley de migración pero fue ayer que lo aprobaron para que lo aplique el nuevo gobierno que, como es tradición, mandará a elaborar otra ley de migración, mientras los empresarios, que viven de la explotación de una mano de obra ciertamente semiesclava y muerta de hambre, nos relajan con su antihaitianismo, cuando son ellos quienes presionan a los gobiernos para que el país se funda pacíficamente en un ambiente de caos y anarquía. Pero además, el Estado dominicano es el primer violador del Código Laboral en lo que tiene que ver con la nacionalidad de la mano de obra. Y no hablemos de seguridad ciudadana.

Ante el drama aquí descrito, surge la pregunta. ¿Qué c... vamos a hacer usted y yo para evitar la barbarie que ya nos saluda en las esquinas? No, no, no me hable mas de la partidocracia. Hablo de usted, de mí, de nosotros. El indignado Club de los Pendejos.

Se nos desparrama el país, nuestros hijos no pueden salir a las calles, nuestros pobres sobreviven gracias a la mano caritativa y cristiana del generosos narcotraficantes, prostitutas solidarias con sus familias, lavadores de activos de buen corazón, o la mano bondadosa de los ladrones políticos que algo reparten (algunos ni eso).

No, no, no, compañerito, contra la partidocracia ya se ha dicho todo. Lo que queda ahora por definir es qué carajos hará este club que no aspira al poder político si no a que los políticos usen su poder para mejorar la vida de los dominicanos, ante esta hecatombe de antifé, esta muerte sin cielo de la esperanza.

La partidocracia reinante debería temer "a esas ganas de morirse que tienen estos pueblos"; al momento siniestro en que hombres y mujeres, moraitos de indignación, blancas sus pupilas de ira, pierdan la sensatez pacifista y la cordura cristiana y llegue el caos, y para entonces no cantarán los cuervos y ni si siquiera las golondrinas oscuras de Bécquer... tan presentes, ay, tan presentes. ¿Comprende, comprende?
Por: PABLO MCKINNEY.
Fuente: http://www.acento.com.do

0 comentarios

Leave a Reply