Los dos puntales del crecimiento económico del país en las últimas dos décadas, las zonas francas y el turismo, experimentan fuertes presiones competitivas, por lo que es impostergable una redefinición de la política que ha mantenido el Estado hacia los sectores productivos.

Así lo plantean Rolando Guzmán, Manuel Agosin, Magadalena Lizardo y Rafael Capellán en la investigación “4 Décadas de Políticas de Desarrollo Productivo en República Dominicana”, publicada por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), junto a la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y el Consejo Nacional de competitividad.

Exponen que en la confección, entre 2000 y 2007 se perdieron más de 60,000 empleos, mientras la tendencia del turismo sugiere una reducción de su crecimiento sostenido.

Consideran que es preciso crear mecanismos que aseguren una mayor atención en los costos ambientales que ponen en peligro la viabilidad de la actividad turística a largo plazo.

Sostienen que en la década del ochenta el número turistas creció a una tasa anual de 13%, pero se redujo a 9.6% en los noventa y a menos de 5% en la década actual.

Según el estudio, el ingreso por turismo que había crecido a una tasa acumulada de 16% en la década del setenta, redujo su ritmo a 13% en la siguiente y 5% después del 2000.

En cuanto a las zonas francas, los autores del libro plantean que desde inicios de la década actual se ha reducido el dinamismo del sector.

A su juicio, el crecimiento de las exportaciones de zonas francas ha sido inferior al de las exportaciones nacionales desde el 2000, fue casi negativo en 2006 y casi nulo en el 2007.

“En materia de empleo, las zonas francas estuvieron por encima del 6% del total de ocupados hasta el año 2000, pero su participación en la fuerza laboral comenzó a caer desde entonces, y en 2007 los empleados en zonas francas apenas representaron un 3.6% de la población ocupada”, señalan.

Expresan que la contribución del sector al producto interno bruto (PIB) alcanzó su punto más alto en el 2004 (7.5%) y en el 2007 cayó a 3.8%.

Guzmán, Agosin, Lizardo y Capellán explican que las zonas francas han sido siempre usadas como referente por empresas de confección, aunque en los últimos años ha habido un aumento de la cantidad de empresas en otros rubros, como equipos electrónicos y equipos médicos.

1. Las exoneraciones al turismo tradicional representan una fuerte pérdida fiscal que no pueden justificarse como una contribución al desarrollo del país, dicen los autores de la investigación.

2. En cuanto a las exoneraciones para el turismo no convencional o en áreas que no han sido desarrolladas, el punto principal es cuestionar si las exoneraciones tributarias son la manera más efectiva y eficiente de lograr el objetivo propuesto, señalan Guzmán, Agosin, Lizardo y Capellán.

Fuente: www.hoy.com.do