Que me den mi parte del Estado

(En Rojo y Sin Rodeo)Este artículo fue publicado en los medios de comunicación en julio del año 2007. La desconfianza en los políticos elegidos para administrar los bienes públicos se ha acrecentado, cada día los bienes del Estado o del pueblo disminuyen y pasan a manos de particulares. En este momento existe en dominicana un movimiento de jóvenes que se llama "Estoy Jarto", que ha organizado varias protestas en contra de lo que esta pasando. A continuación la solución.

En la medida que ha pasado el tiempo, han surgido diferentes tipos de gobiernos uno más desastrosos que otros, pero todos por el mismo camino de endeudar, malversar y vender los bienes del Estado.

La democracia dominicana se puede definir, como la soberanía que ejerce el pueblo para elegir a los dueños del país por un período determinado mediante el voto, para que los elegidos puedan resolver sus problemas personales con tendencia a empobrecer a quien los eligió; es decir al pueblo.

La Constitución de la República Dominicana, la cual en un momento fue definida por Balaguer como “un pedazo del papel” y no ha dejado de serlo, porque el pueblo no le exige a sus gobernantes que se rijan por ésta; es decir los gobernantes hacen lo que les da la gana y este sistema en vez de beneficiar a la mayoría, es la minoría que disfruta de las bondades del Estado.

La Constitución de la República Dominicana, en su artículo no. 2, dice : “la soberanía nacional corresponde al pueblo, de quien emanan todos los poderes de Estado, los cuales se ejercen por representación”. También tenemos entendido que “ los bienes y deudas del Estado pertenecen al pueblo” y que los gobiernos reconocen que no pueden administrar los bienes del Estado y se lo venden al mejor postor dejándole “pingües beneficios” y al pueblo qué? ¿de qué? ¡yo no se!

Como la “soberanía nacional corresponde al pueblo, y es de quien emanan todos los poderes del Estado” y para ¡por fin! lograr un beneficio individual, que sería un beneficio colectivo y así nos libraríamos de las promesas de los políticos, ¿por qué no seleccionamos un equipo de profesionales para que vendan todos los bienes y repartirnos el dinero entre los nueve millones de dominicanos? Ejemplo, si los bienes del Estado los vendiéramos en mil millones de dólar y se divide entre los nueve millones de dominicanos, cada uno tocaría a ciento once millones de dólar aproximadamente....y a quien no le gustaría eso?

Los problemas serían menos graves que los que estamos pasando en este momento y “pal carajo" que cada cual haga con su parte lo que le dé la gana”.
Por: Fernando Puesán

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