
Un partido político con auténtica vocación de poder para el servicio de las personas y del bien común, tiene que ser verdaderamente democrático; tiene que dar plena vigencia al derecho en su vida interna; tiene que practicar la política como ciencia, arte y virtud; en fin, tiene que mostrar un compromiso decidido con su doctrina, con sus principios, con sus valores y sobre todo, con sus normas internas”.
Orlando, yo fui quien en la cena ofrecida a Manuel Espino, por Amable Aristy Castro en el restaurante Scherezade, reclamé el respeto al estatuto del PRSC y dije además que en ausencia de Joaquín Balaguer el estatuto debía ser el líder del partido, luego esa propuesta mía la secundó el doctor Eddy Alcántara y Castillo.
Al leer íntegramente la ponencia de Papito Cruz, fortalezco mi idea tantas veces expresada, del respeto que debe merecer el estatuto partidario y que ese respeto no debe estar sujeto a conveniencia de ninguna clase.
Atentamente,
Tu amigo José Osvaldo Leger.
