Crisis Eléctrica sin Solución

El libro del Génesis nos dice que al principio creó Dios los cielos y la tierra, y que de inmediato creó la luz para separar las noches de los días, pero la mayor parte de los dominicanos, por tener menos de 40 años de edad, no conoce lo que es tener energía eléctrica permanente, ni luz eléctrica durante toda una noche, pues desde que nacieron hasta el presente han vivido en una sociedad de apagones donde lo usual es que el servicio de energía eléctrica sea interrumpido por 10 y 12 horas diarias, y a veces hasta por más, lo que nos ha convertido en una sociedad atrasada, en una vergüenza regional, donde los pobres y los de clase media de bajos ingresos rara vez pueden disponer de agua fría para contrarrestar el terrible calor del verano tropical, no pueden encender un pequeño abanico para dormir y descansar, ni pueden conservar las carnes en un modesto refrigerador. Y la verdad es que esto es un terrible drama que sólo produce dolor.

Pero lo penoso de todo esto es que aunque recibimos el peor servicio energético del mundo, estamos obligados a pagar la tarifa más cara del mundo, pues mientras en los Estados Unidos, la nación más rica y poderosa del mundo, donde cualquier obrero especializado gana dos mil a tres mil dólares al mes, se paga una tarifa de 10 centavos de dólar por cada kilovatio/hora consumido, aquí, en la República Dominicana, donde el mismo obrero gana doscientos a trescientos dólares al mes, se paga una tarifa de 28 centavos de dólar por cada kilovatio/hora consumido y eso es un abuso en contra de la población, ya que mientras generadores y distribuidores se hacen cada vez más ricos, los pobres son cada vez más pobres, sin que ningún dirigente político ofrezca una verdadera solución que lleve esperanza y tranquilidad a una población donde el término energético mejor conocido es la palabra apagón.

Nuestro país nunca ha tenido un verdadero plan de expansión del parque energético que vaya a la par con la demanda de energía de una población creciente, de una industria creciente y de una hotelería creciente, ni hemos priorizado la producción de energía de bajo costo, sino todo lo contrario, ya que durante décadas la mayor parte de nuestro parque energético ha descansado en plantas diesel, de rápida instalación, pero de costos operativos horrorosamente altos, y en obsoletas plantas de bunker C que permanentemente están fuera de servicio por pinches en sus calderas, y aunque todos sabemos lo que debemos hacer para enfrentar y solucionar el problema de inmediato, ningún gobierno se atreve a ponerle el cascabel al gato.

En el año 1978 realizamos un estudio sobre la transformación de las plantas eléctricas de gasoil y fuel oil de la República Dominicana para ponerlas a operar con carbón mineral, ya que para ese entonces el costo de producción de un kilovatio/hora en una planta de gasoil era de 5 centavos, y eso era insostenible para el Estado y para toda la sociedad que ya sufría de diarios y largos apagones.

Los resultados obtenidos en 1978 al realizar ese análisis del sistema energético nos condujeron a las siguientes conclusiones:1-La aguda crisis energética por la que actualmente atraviesa nuestro país amerita de un notable incremento en la producción de energía por parte de la C.D.E.; 2- Los elevados costos de combustibles con que opera la C.D.E. y el aumento geométrico de los mismos requieren de un combustible que disminuya tales costos de producción; 3- La sustitución de las plantas de gasoil existentes en la C.D.E. por plantas que utilicen combustible de más bajo costo es una solución totalmente necesaria y que debe realizarse a la mayor brevedad posible; 4- Las grandes reservas mundiales de carbón aseguran precios aproximadamente estables para los próximos años lo que da una diferencia cada vez mayor entre éstos y los del petróleo; y 5- El análisis económico revela que es más factible el empleo de carbón para la producción de energía en relación al empleo de gasoil y fuel oil.

A principios de los años´80 la entonces Corporación Dominicana de Electricidad comenzó a pensar seriamente en la construcción de plantas térmicas capaces de utilizar carbón mineral de alto poder calorífico para producir energía eléctrica barata, y fue entonces cuando se decidió que Itabo I fuese construida con un sistema de alimentación dual que pudiese recibir carbón mineral o bunker C, a lo que siguió Itabo II construida bajo el mismo esquema operacional, y posteriormente Barahona.

Pero los diferentes intereses económicos, la falta de visión de futuro y la indiferencia ante el dispendio de los recursos del Estado, hizo que las plantas Itabo I e Itabo II dejasen de quemar carbón, sobre la excusa de la contaminación ambiental, al tiempo que se inició un desenfrenado proceso de contratación, adquisición e instalación de turbinas de gasoil que dispararon hasta las nubes los costos de generación de cada kilovatio/hora, incrementando exorbitantemente el déficit en el flujo de caja de la CDE, y recrudeciendo los largos y molestos apagones, apagones que muchas veces se debían a falta de capacidad de generación, y otras veces a causa de las frecuentes averías comunes en las viejas y deterioradas plantas térmicas, pero lo cierto es que durante los últimos 40 años los apagones han sido parte importante de la vida y parte del léxico de todos los dominicanos, y nos llevaron a tal punto de desesperación que nos obligaron a aceptar un proceso de capitalización que teóricamente nos garantizaría energía eléctrica permanente y permitiría al Gobierno desprenderse de un pesado subsidio que erosionaba sustancialmente las arcas del Estado.

Pero la receta de la capitalización no funcionó para el Gobierno, ni para el país, y la excusa de siempre es que la gente pobre no paga la energía que consume y que eso crea un déficit financiero tan grande que ahora los apagones son programados y distribuidos equitativamente para disminuir parcialmente tal déficit financiero y que debemos subir la tarifa eléctrica para compensar el déficit, mientras el Gobierno debe aportar un subsidio mayor al que aportaba antes de la capitalización, y pocos saben que entre el año 2004 y el año 2008 el sistema eléctrico se tragó 5 mil millones de dólares en subsidios difusos, sin que se instalara un solo kilovatio de potencia, y ese dinero es más que suficiente para haber instalando 2 mil nuevos megavatios de potencia, en base a carbón, y haber resuelto el problema eléctrico de una vez y por todas; y que nadie nos diga que las cenizas del carbón crean problemas de contaminación ambiental, ya que esas cenizas las podemos utilizar en la producción de cemento portland puzolánico, el cual es de mejor calidad y mucho más barato que el que se pretende producir en Los Haitises con el visto bueno del Gobierno y del Secretario de Medio Ambiente.

La CDEEE ha estado pagando 21.91 centavos de dólar por cada kilovatio/hora producido con bunker C, 16.67 centavos de dólar por cada kilovatio/hora producido con gas natural y 12.51 centavos de dólar por cada kilovatio/hora producido con carbón mineral, y esas altas tarifas nos han llevado a la ruina, cuando cada kilovatio/hora producido con carbón mineral apenas cuesta 4 centavos de dólar puesto en línea y ese ha sido el éxito energético de la eficiencia y las bajas tarifas en los Estados Unidos, donde el 52% de la energía total se produce en base a carbón mineral y la gente rica de allá paga menos que la gente pobre de aquí por el suministro de energía eléctrica, aunque allá no hay apagones.

Nuestro presidente gastó más de mil millones de dólares en un disfuncional Metro, que no ha resuelto en nada el problema del transporte en Santo Domingo, ni el problema de los tapones del tránsito en la avenida Máximo Gómez, y, muy por el contrario, ha agravado el déficit fiscal gubernamental, porque el dichoso Metro apenas monta unos 15,000 pasajeros al día, en lugar de los 200 mil pasajeros diarios originalmente estimados por Diandino y Leonel, y eso obliga al gobierno a tener que subsidiarlo con más de mil millones de pesos al año, cuando cualquier gobierno sensato hubiese destinado todo ese dinero a la solución del problema eléctrico, instalando plantas a carbón, y hoy todo el país tendría energía eléctrica permanente y barata, el gobierno no tendría que subsidiar ni a la CDEEE ni al Metro y todo el pueblo estuviese agradecido de sus gobernantes.

Lo cierto es que vivimos en un país de mentiras, con políticos de mentiras, verdades oficiales que son mentiras, energía eléctrica de mentiras y promesas de solución que son mentiras, mientras el viejo sistema eléctrico sigue con las calderas pinchadas y con tarifas infladas que le pinchan los bolsillos a la gente pobre y a la gente desempleada, sin que en nuestro horizonte se vislumbre, una solución que nos alumbre.

Por: R. Osiris de León

3 comentarios

  1. Anonymous says:

    Estimado Osiris

    Exvcelente articulo como siempre Una precision. En el caso del sector electrico no se puede hablar que la agudizacion de la crisis actual se deba a que le Gobierno no haya proporcionado recursos al sector electrico. Todo lo contrario, el sector electrico ha manejado recursos ofixciales que le hubieran permitido construir varias lineas de Metro similares a la fracasad linea de la Maximo Gomez. Para que tengas una idea de la magnitud de los recursos que ha transferido el Gobierno al sector electrico, en el periodo 2005-2008, las transferencias totales al sector se situan alrededior de los US$5,000 millones de las cuales solo pueden identificarse como inversion los US$400 millones en financiamientos aprobados en el 2000-2004 con la oposicion total de los legisladores y tecnicos del PLD para la construccion de obras de infraestructura electrica (Central Hidroelectrica Pinalito, linea de transmision a 345 Kv Santo Domingo-Sntiago, Segundo Anillo a 138 Kv ciudad de Santo Domingo, Proyecto de Minicentrales (Las Barias, Magueyal, PRYN, Expansion Hatillo), Subestaciones Moviles, etc). El resto, cerca de US$4,600 millones ha sido utilizado en gastos para cubrir las deficiencias en la pesima gestion de las distribuidoras
    La transferencia de los US$5,000 millones incluye los subsidios directos del Gobierno al sector electrico, los recursos de prstamos para obtras de infraestructuras y gran parte de los ingresos de las empresas estatales de Hidroelectrica y Transmision que han sido utilizados en una triangulacion de deudas con generadores y distribuidores, con lo cual el balance a pagar a los generadores se ha reducido significativamente
    Lo anterior (US$5 mil millones), no incluye el subsidio que los clientes de las distribuidoras han otorgado a traves de estar pagando un margen de intermediacion o Valor Agregado de Distribucion (VAD) que se situo en el 2005-2008 cerca de tres veces el VAD de una distribuidora administrada eficientemente Por este concepto, los usuarios que reciben facturacion de las distribuidoras pagaron un sobreprecio por la ineficiemcia en la gestion de cerca de US$1,000 milones en el periodo 2005-2008

    Saludos

    Bernardo

  2. Anonymous says:

    Gracias sinceras apreciado Bernardo.
    El artículo cita textualmente que entre el 2004 y el 2008 el sector eléctrico se trago 5 mil millones de dólares sin que se instalara un solo kilovatio de potencia.
    Abrazos.
    Osiris.

  3. Anonymous says:

    Estimado Osiris

    Se que tu articulo indica lo relativo a los aportes del Gobierno Lo que sucede es que si le hubieran dado los US$1,000 millones del Metro, se lo hubieran tragado igualito y no se hubiera instalado ni un solo vatio de nueva generacion y la situacion hoy seria igual
    Es lo que queria resaltar y que conste que sabes que no estoy de acuerdo con la inversion en El Metro

    Un abrazo

    Bernardo

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