El natalicio tuyo, jamás será en silencio, ni tampoco un escandalo, sino, alegrías jubilosas que abrigaban a los tuyos, mas aquellos pajarillos cantores estacionados en las ramas de los arboles de la aldea darán las buenas nuevas, del recuerdo, del día que nació el niño-hombre que será por siempre nuestro rey...

El día que nacistes, nació contigo el recuerdo, por si murieses tu, pues quedares sembrado en el recuerdo...Tu nacimiento fue el inmenso jubilo traducido en canto por los pajarillos silvestres mas que contentos en coro cantaban canciones de amor y alegría, como si fuera para el niño de Belén...era igual de sencillo, un humilde niño llamado JOAQUÍN BALAGUER.

Estas canciones enviadas en las ondas de los aires frescos de las frescas brisas mañanera que bailaban vals entre otros abrazadas a la vida entre otros...y las canciones alegres despertaron al Pájaro Agorero, quien contento dijo y predijo que había nacido el niño que correrá su suerte como un rey, mas que el Rey Arturo, quien representaba las esperanzas de su pueblo...

Tendrás Tu, niño querido el destino escrito ante de tus primeros pasos, amaras mucho hasta que te duelas el corazón y la vida...los versos, nacerán de tu alma enamorada, y los mojaras con la lluvia de tus lágrimas...

Vivirás entre la muchedumbre, entre las voces de tus adeptos y en el murmullo de tus adversos...serás como el rey Arturo, grande entre los grandes y morirás acompañado de la sonrisa madrigueras llenas de las cosas dulces y agrias del destino y la vida...

Después, de Ti, vendrán otros con el afán de glorias, con afiladas avaricias para usurpar tu nombre, falsos profetas hambrientos de méritos, y mentirosos; queriéndose vestir de tu nombre, pero la providencia jamas los dejas...No importa que cubran tus obras, con las hipócritas sonrisas, y que asesinen el paradigma de tu nombre... que importa dejadlos sufrir, que se compararen, pero jamas igualarte...

Tu pueblo no es tonto aunque exista tu ausencia, aunque crezca ella, Tu seras, más real que un mito, más que la historia verdadera, eres la acción de tu pueblo, eres la imagen imperecedera...


Autor:
Julio A. Gómez Guevara.